Como un presagio de lo que vendría en mi camino entre pescadores, hoy les muestro un poco sobre ellos… con mi Cámara siempre dispuesta a tomar fotos de su entorno, su cultura, su modo de vida… poco a poco voy adentrándome en sus costumbres y paso a ser una persona más del grupo.

Están llenos de un misterio heredado del mar y sus mitos… en sus noches cuentan anécdotas y mucha ficción que desarrollan en sus mentes creativas, su mundo es estable en la luz de una linterna que guía su alma a casa de esa inmensidad llamada mar.

Uno a uno los peces van cayendo en las redes y anzuelos es el sustento de sus vidas, es su forma de trabajo y su diversión, es un mundo lleno de peces e historias de mar, los abuelos no desisten del trabajo están activos por ese Mágico alimento que nos da nuestro planeta… los peces, una fuente de alimento que conserva a el ser humano.

La pesca artesanal es dura porque se basa en la inteligencia de dominar y saber navegar en mares de corrientes que desaparecen personas y embarcaciones… extrañas muy fuertes corrientes marinas como una catarata plana que si te descuidas te llevaría muy lejos en pocas horas, la pesca un trabajo de riesgos impensables , estos señores y señoras merecen un culto a la aventura, a la valentía de salir en contra del riesgo del planeta a buscar el sustento de su familia y otras familias ajenas que compran el producto… ese pescado recolectado por estos seres valientes que viven en cientos de países costeros .

En muchas familias las esposas son las que venden el producto del mar entre peces y mariscos ellas cantan mientras trabajan, improvisan estrofas referidas a los pescados que venden, les ponen nombres muy particulares… es un tipo de humor muy sano y una propaganda a sus productos, hablan de las aventuras de sus esposos con orgullo del regreso a casa por el conocimiento heredado de sus Bisabuelos, Abuelos, Padres, Tíos y familiares… sus voces impregnan el aire de la ciudad y el mercado… es un hermoso momento para quienes nos gustan las culturas y costumbres de nuestra gente.

Su lenguaje único, rico en sinónimos, metáforas…. palabras repetitivas de rápido hablar y fuerte dicción es una marca en las aldeas de pescadores, es un hablar de la playa… de esa idiosincrasia que revela un alma limpia un ser hospitalario que abre su humilde vivienda a quien lo necesite personas de buenos sentimientos que conocen que es el aislamiento y la nostalgia por sus seres queridos, esos héroes impregnados de sal y la luz de los astros que acompañan en el día y en sus noches en el vaivén de las olas a merced del viento y el poder de sus motores pescando para su supervivencia y su economía.

En la actualidad muchas aldeas de pescadores se niegan a la luz eléctrica, incluso muy cerca de la ciudad aún viven de una manera sencilla, solo viven el día a día en una sinfonía casi perfecta con su entorno, en sus sueños levantan la mirada al horizonte y vuelan como un ave marina buscando peces en las noches, en sus despertares la alegría de salir al mar es inminente se siente una fiesta para atraer buenas vibraciones, se enfrentan a un depredador inmenso que puede cambiar de una brisa suave a un impactante viento con olas inmensas y un rugir de mil leones…

Un camino a la playa donde el futuro observa otra generación de pescadores, es un ciclo que jamás acaba… es un mundo lleno de tradiciones y costumbres que no se borran con el tiempo, permanecen en esa fuente de la eternidad y son cada vez más grandes los viajes a su mundo hermético y a esa innegable cultura de ver que hay más allá de esa delgada línea del horizonte.