El paseo del buen beber.

in #blog5 years ago

Me han pasado cosas curiosas, tan curiosas que caigo en cuenta por suerte, porque ya era hora o si me jurungas, te diría, porque era el momento de darme cuenta.

He decido cambiar la no lectura de hoy por algo muchísimo más mundano, que seguro a más de uno le ha pasado.


Hoy tras terminar mi faena voluntaria, decidí ir a por unos tragos, en un lugar bastante cerca, que antes cuando era más joven de lo que soy ahora frecuentaba cada fin de semana que podía. De hecho le había bautizado como el "paseo del buen beber", puesto en ese lugar los tragos suelen ser bastante asequibles para los bolsillos de estudiantes quienes viven en comunismo.

Últimamente he estado cuidado muchisimo mas mi economia, y mis excesos ahora son más comedidos y ciertamente más que ahorrar dinero me he dado cuenta que detesto la resaca, me gusta beber pero odio la resaca, he allí un motivo más que suficiente para distanciar la fecha entre copa y copa.

Pero este post no se trata de esas decisiones en pro de cuidar mi economía. Este post tiene un poco de aspectos fundamentales.

Mientras iba caminando muy bien acompañado hacia este sitio, mientras ibamos parloteando comencé a prestar atencion. Especial atencion a ciertas cosas que uno cuando mira a alguien no suele ver. El espacio que hay entre ceja y ceja, la comisura de sus labios al hablar, la forma en como mueve sus manos mientras más se hunde en la conversación, si mira o no mira a los perros que juegan a metros de nosotros.

Fueron pequeñas cosas que al verlas me hicieron pensar ¿Porque no me he ido a mi casa?

Aquella velada y par de tragos se sintió de esa misma manera. Simplemente no estaba presente, algo no me cuadraba y no sabía muy bien que. Yo me conozco, no sé si muy bien pero ciertamente lo suficiente. Se que busco sentir y se cuando otras personas no están en la misma onda que yo, no hay que ser un genio para verlo, tampoco se trata de ingeniera cuántica, es algo raro que sientes y punto .

Hay una sensación muy particular, una especie de rush, no se como explicarles esa sensación que solo es posible de conseguir de manera orgánica. Un nerviosismo, una sensación muy parecida a cerrar los ojos mientras suena un solo de Brian may, de jimmy page o esa canción que por alguna razón te hace vibrar los tuétanos.

Es algo tan esencial que es imposible ocultar, como mover el pie al ritmo de esa canción que te gusta, cómo sonreír tras probar la torta de quesillo que se sabe a la de tu abuela.

Pero yo no sentía nada de eso.

Bajo aquellas luces yo he sentido ese rush. Yo se de lo que estoy hablando, porque esas calles me han visto caminar, en diferentes estados que por alguna razón, fácilmente suelen saltar rápidamente entre uno y otro, aunque estos sean contradictorios entre si .



Apure el desenlace, solo para irme a casa


En la penumbra que cubre la ciudad a esas horas de la tarde, debido al escaso alumbrado público estaba yo caminando, tras haber rechazado la cola (aventón)de los padres quienes buscaban a mi acompañante.

Y me puse a pensar...

Mientras caminaba acortando camino por calles más oscuras que otras, fumaba mi cigarrillo mientras mi mente elucubra y habla con tono propio y en voz alta "¿hasta cuando?" Como nadie lee esto me voy a permitir ser un poco honesto.

No es la primera vez que me pasa.

He preferido hacer las cosas solo, pese a que eso es algo raro en mi. Ir al cine solo es una de mis actividades solitarias favoritas. Aunque sea raro para muchos, de hecho yo lo he visto como una actividad rara que nunca entendía.

Y aunque disfrute de la soledad, o mejor dicho me traiga sin mucho cuidado, una parte de mi tiene la necesidad de buscar en las gentes alguien que sabe muy bien que no va encontrar, haciendo imposible el disfrute en su máxima expresión.

Incluso he tratado de engañarme a mí mismo en varias ocasiones, haciéndome creer que siento esa inexplicable sensación tan agradable, como si yo mismo me estuviera tratando de estafar.

Es sin lugar a dudas de los actos más incomprensibles que he realizado . Incluso he llegado a racionalizarlo en orden de creer lo que mi mente cree lógico, pero no hay lógica que cree sensación, que cree emociones. No hay más tela que cortar, solo algo que pasar, no hay que entender nada, no hay distancia que acortar, no hay lazos que rehacer, solo terminar de pasar el puente, y dejar el reflejo atrás, seguir el paso hasta llegar a ese claro en donde el efecto se hubiese desvanecido.

Por decir adiós es crecer.

att: Un necio

CHao

 


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