Competir en casa?NOOOOOOO!!
Podemos definir el concepto:
Competencia (deporte) refiere a la preparación apta para realizar actividades deportivas. Por extensión, al evaluar objetivamente la competencia práctica en el dominio que demuestra uno o varias personas se trata de una competición.
Competencia (económica) implica la estructura de mercado en la cual hay suficientes ofertas y demandantes como para no influir en el precio.
Competencia (derecho) refiere la autorización o reconocimiento legal para intervenir en un asunto; atribución.
Competencia (ecología) refiere la interacción entre dos especies que comparten un mismo recurso, de manera que cada una actúa como un factor limitante para la otra.
Estaba buscando en el internet y pude encontrar un material bien bueno.
La pareja no puede caer en esa competencia de señalar un vencedor y un vencido. Ser competitivo, una tendencia normal en las personas que impulsa a actuar, alcanzar metas y que se constituye en una fuerza especial que orienta a resultados, también está presente en la pareja. El espíritu competitivo de uno de los integrantes, o de ambos, puede resultar estimulante para ayudar a superar las dificultades del día a día, lograr metas económicas, educativas o profesionales, y en general para obtener una mejor calidad de vida y crecer como pareja. El problema es que uno de los aspectos que mayor solidez da a la relación de pareja está asociado con valores como trabajar en equipo, el apoyo mutuo, la admiración por el otro, y esto tiene que ver más con la cooperación, la colaboración y la solidaridad, que con la competencia. Muchos estudios realizados con parejas muestran que la sensación de tener objetivos comunes, complementarse y hacer esfuerzos entre dos aporta a la relación no solo más bienestar sino más felicidad, que aquellos logros que se ven como una victoria individual y no compartida. Consecuencias negativas Cuando las parejas establecen una estructura de relación basado en la competencia, tienden no mostrar interés por el avance del otro; piensan más en sus intereses particulares, reconocen menos las cualidades y virtudes de su pareja e ignoran o subestiman su ayuda. Con frecuencia, la competencia se traduce en señalar un vencedor y un vencido, lo que es percibido por el otro como una confrontación o una amenaza que lo pone en condiciones poco favorables, y provoca reacciones negativas dentro de la pareja y crea confrontación y distanciamiento. Competir con la persona que se ha elegido para compartir la vida, en aspectos como quién recibe ingresos más altos, tiene un mejor cargo, es más exitoso con los amigos, e incluso en áreas altamente sensibles como el desempeño sexual o quién goza de mayor admiración y afecto de los hijos, resulta altamente nocivo para la relación y pone a la pareja en el riesgo de entrar en juegos de poder que pueden afectar gravemente la dinámica de la relación. Ser equilibrado en la relación es: - Realizar una reflexión constante para identificar actitudes competitivas propias. - Emprender juntos proyectos que fomenten el compañerismo y la reciprocidad. - Tener liderazgo en la relación no implica ver al otro como un rival al que hay que superar. -Evaluar qué hay detrás de una actitud competitiva. A veces, para mostrar a la pareja maneras distintas de hacer las cosas o también para compensar un déficit en la relación. - Valorar otros aspectos, como la estabilidad emocional, el apoyo o la guía que da la pareja. - Hablar con la pareja sobre las expectativas frente a lo que aporta cada uno a la relación. - Poner en claro las prioridades profesionales y laborales de cada uno.
Publicado en el diario El Tiempo del 23 de Julio de 2014 por MARIA ELENA LOPEZ
Teniendo como resultado que la competencia en las pareja es dañina, no intenten competir con su pareja, ustedes solo son una carne.
Sitios visitados http://www.inteligenciafamiliar.com/articulo.php?articulo=280&contenido=10 Definición de diccionario Imágenes del inertet
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