Formas de salir de la zona de confort (y no morir en el intento)
Comentaba en el artículo anterior la importancia de salir de tu zona de confort. Por supuesto eso no significa empezar a hacer locuras sin sentido que pongan en peligro tu vida. Hay dos formas de hacerlo: inmersión o gradual.
A mi siempre me gusta verlo como tirarse al agua vs meterse poco a poco. La primera puede dar más impresión, pero es mucho más rápida, intensa y puedes disfrutar los beneficios más rápido. En la segunda la incomodidad dura mucho más y te piensas a menudo si merece la pena seguir adelante. En muchos casos acabas abandonando por ello o paralizado a mitad de camino. Vamos con la primera:
Inmersión
Meterse de lleno y rápidamente en algo nuevo. Por ejemplo para aprender un idioma, puedes dar clases durante años o puedes ir al país en cuestión a vivirlo. Es una locura la diferencia de aprendizaje entre las dos formas. Estudié inglés prácticamente desde que era un niño hasta poco antes de irme a Holanda, mi resultado? B2 (6,25 de 9) Vamos, intermedio. Hice 3 meses de inmersión en Holanda, resultado: B2. Si valoran su tiempo, juzguen ustedes mismos que forma de aprender quieren practicar.
Pero no me quiero ir del tema, la cuestión es que me arrojé a un país del que no sabía nada. A nadie de allí, ni su cultura, ni su idioma. Era algo que necesitaba hacer, mi zona de confort me estaba asfixiando. Al principio seguramente te surgirá este tipo de preguntas: ¿En qué c****** me he metido?¿Qué me llevó a esta locura? ¿Con lo cómodo que estaba yo antes? Pero conforme vayas afrontando lo desconocido que irónicamente será parte de tu rutina, verás como empiezas a disfrutar del proceso. Nuevas oportunidades, recursos y personas comenzaran a entrar en tu vida si conservas la mente abierta.
En la zona de miedo tu mente te bombardeará con ideas de fracaso y dolor si no vuelves atrás. Es ahí cuando debes conservar la fe... ¿Cómo?
Porqué
“Quién tiene un porqué suficientemente fuerte, es capaz de superar cualquier cómo” Friedrich Nietzsche
Con tu porqué conservarás la fe. ¿Por qué estás haciendo lo que estás haciendo?
El 90% cuando quiere empezar un proyecto grande o algo nuevo empieza a pensar en el cómo y se abruma porque no ve el final. El resultado? ni siquiera lo intentan.
Empieza a preguntarte ¿Por qué hago esto?¿Por qué pienso esto? Que motivación hay detrás. Quizás empieces a desterrar muchas ideas que te estorban. Quizás empieces a ver claro lo que de verdad quieres hacer y sus correspondientes porqués
Agarrándote a tu porqué serás capaz de superar esa zona de miedo, de inseguridad y de frustración.
Fuente: Feel the Brain (https://feelthebrain.me/2015/05/26/aprender-y-saltar-entre-zonas-de-confort/)
Miedo
Siente el miedo y hazlo de todas formas
El miedo es una emoción que nos paraliza y del mismo modo que nos puede evitar un peligro, también nos puede limitar enormemente cuando hablamos de salir de nuestra zona de confort. Ese riesgo implícito a intentar algo realmente grande y que de verdad nos llena es una cuestión de enfoque. Si en lugar de enfocarnos en el miedo al fracaso nos enfocamos en el miedo a arrepentirnos eternamente de no haberlo hecho, entonces la cosa cambia.
No se trata de eliminar nuestro miedo pues correríamos el riesgo de convertirnos en temerarios y acabar asumiendo peligro de muerte o daños emocionales y personales severos. Se trata de dominar nuestros miedos, enfrentarlos y hacerse fuerte gracias a ello.
El miedo a lo desconocido es uno de los más habituales, pero hay muchos otros:
El miedo al ridículo
... al qué dirán de ti
... miedo al rechazo
....a no dar la talla
...a no cumplir con lo que otros esperan de ti
El miedo al fracaso
E incluso el miedo al éxito, puede sonar raro pero el auto-sabotaje es algo muy común cuando alguien emprende el camino al éxito.
El poder del hábito
La zona de confort resulta tan cómoda porque se compone mayormente de hábitos. Los hábitos no suponen un esfuerzo consciente, se aplican y punto. Habréis oido 1000 veces: "El ser humano es un animal de costumbres". Si llevas 20 años tomando café al despertarte, es muy probable que esta semana vuelvas a tomar café al despertarte.
Esto es un poder que bien usado nos puede ayudar notablemente en nuestro día a día. Nuestros hábitos se han creado normalmente de manera arbitraria. Lo que hemos visto, lo que nos ha pasado, la tradición, nuestra educación... El resultado de esta arbitrariedad no suele ser el ideal. Todos tenemos hábitos que nos gustaría cambiar, desde el obvio: "tengo que dejar de fumar hasta el tenqgo que empezar a comer sano". En la sección Recursos hablo más extensamente del poder de los hábitos (libro de charles duhigg), pero de momento quédate con la idea de este párrafo. Sé consciente de ese poder y empieza a construir el hábito de la decisión. Cada vez que toca decidir piensa ¿Es esta la decisión que quiero tomar o solo la que he tomado siempre?
Que bueno! A emprender nuevos desafíos, aunque sea con miedo!
Eso es Carlos, eso es sinónimo de crecimiento. Saludos!
Hola @arturomdg , un post muy enriquecedor, yo suelo preguntarme ante mis miedos: ¿Qué es lo peor que puede pasar si hago esto... ? Y si pasa eso... ¿qué es lo peor que puede pasar...?
Ese tipo de preguntas puede llevar a alguien a ir más allá de sus miedos irracionales y darse cuenta que el reto puede ser más benéfico que perjudicial. Gracias por la nota. Saludos.
Buena estrategia, normalmente cuando dibujamos la peor alternativa quita bastante presión y vemos que la mente lo dibujaba peor de lo que era. Un saludo ;)
De eso se trata amigo, retarnos constantemente. Yo lo aprendí hace tiempo y voy reto tras reto, simplemente lo necesito, como fue hace unos pocos meses apuntarme al club Parlanchines. Ahora cada vez debo ir exigiéndome más, ya que las charlas no son tan sencillas como al principio, eres más estricto con el tiempo y con no cometer muletillas.... así es con todo.
Tengo otros nuevos retos que te contaré cuando nos veamos :D
Me gustó el artículo, 1 abrazo amigo!!
Gracias tío, nos vemos mañana ^^