Un día como cualquier otro, me disponía iniciarlo cumpliendo “como siempre” con todas las paradas necesarias antes de llegar al trabajo, recuerdo alistar a los niños, cerciorarme de que llevaran sus útiles, loncheras, había adelantado el almuerzo que sólo esperaba ser servido a la hora reglamentaria y así desaparecer, también había hecho un recorrido mental de las tareas pendientes: las clases que me tocaba impartir, los exámenes que me tocaba corregir, los clientes que habían quedado pasar por la oficina, pensé en los días que tenía sin escribir en lo que es ahora una de mis ocupaciones más placenteras (Steemit) y en cómo seguía bajando el precio del SBD y en el justo momento cuando iba a ocupar el carro para partir, me encontré con ésta imagen que quise fotografiar para ustedes:

Ver a este pequeño insecto y la carga que llevaba a cuestas e identificarme con ella fue casi instantáneo, efectivamente y aunque parezca una locura me sentí identificada con él…… pensar que estos patrones humanos se repiten en animales que muchas veces pasan desapercibidos a nuestros ojos. Seguidamente pensé:

Cuando nuestras cargas nos superan, no podemos ver con claridad el camino, porque simplemente las cargas cubren nuestro horizonte, nos hayamos sumergidos en llevar la carga a cuestas y la única meta es esa.

Viendo el tamaño del objeto que llevaba este insecto pensé:

¿Porque habrá escogido un objeto tan pesado?

Es fácil verlo desde afuera, más sin embargo muchas veces pasa y NO nos damos cuenta que cada vez cargamos más cosas y empezamos a sentirnos agobiados, tanto que se nos olvida el fin mismo de éstas cargas.

Nuestro Bendito afán por arrastrar cargas pesadas

Quizás por querer avanzar más rápido, por vanidad, otras por ayudar al prójimo, muchas por falta de amor propio, sentimientos de culpa y hasta insatisfacción, aceptamos llevar cargas tan pesadas (propias y ajenas) que nos van restando momentos de felicidad. Se nos olvida que somos humanos y que por ende debemos “sentir al hacer” más sin embargo nos pasamos toda una vida haciendo y dejamos de sentir.

Cómo podemos aminorar nuestras cargas

Más que librarnos de ellas deberíamos priorizar cuales son las realmente importantes llevar, no estamos hablando de dejar de ocuparse de los hijos, de renunciar al trabajo, ni dejar de cocinar, pero sí internalizar que la vida se conforma de muchas etapas y por ende se debe disfrutar de ellas, así estas sean complicadas, sobretodo porque en cada una hay una lección que aprender.

Los trabajos pasan, los hijos crecen, los padres mueren, los amigos hacen sus vidas, lo importante es dejar lo mejor de nosotros en cada momento. Porque aunque no lo creas las cargas más pesadas son las que no se ven (aquellas que contienen una gran peso emocional).

¡Sí! así como lo lees ahora. “Las cargas que más pesan son las emocionales”, esas que suelen convertirse en culpas, miedos, insatisfacciones, arrepentimientos, tristezas, frustraciones por lo que no se ha alcanzado aún, por las expectativas que son sólo eso “expectativas que no se han convertido en hechos concretos" y que mal canalizadas se convierten en ansiedad y desesperanza.

Por tal motivo, te aconsejo lo siguiente:

1. Cataloga lo que son roles y lo que son cargas en tu vida.
2. Libérate de emociones que generen sentimientos negativos.
3. Trata de vivir una vida más sencilla.
4. No busques la perfección.
5. Recuerda que eres humano.
6. No le pongas precio a tu paz.
7. Saca tiempo para ti.
8. No olvides que eres valioso.

La vida nos enseña que hay que priorizar en función de buscar la felicidad, la decisión es TUYA, así como ese insecto escogió una carga pesada pudo haber escogido llevar una más ligera, la única diferencia entre el mundo animal y nosotros es que aun cuando su nivel de consciencia sea menor la capacidad de ayudarse es más grande que la nuestra ¿sabes porque? Porque ellos trabajan en conjunto para alcanzar un fin común.

¿Y tú? ¿Cuantas cargas arrastras? Si en algún momento te sientes afligido, desanimado y no consigues ayuda en tus semejantes, sólo recuerda las palabras de Jesucristo:

Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28

Te aseguro que él puede convertir la carga más pesada en algo más llevadero, eso sí, da tu el primer paso para transformar la carga

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