Un lugar tranquilo en la playa

En una pequeña playa escondida tras verdes colinas, se encuentra un lugar muy tranquilo llamado Playa Senja Damai. Pocos la conocen, ya que el camino que lleva a ella es solo un sendero entre cocoteros y arbustos silvestres.

Sin embargo, para quienes la han encontrado, esta playa es como un pequeño paraíso en el fin del mundo. Cada día, el suave y melodioso romper de las olas y el encantador canto de los pájaros se funden para formar una sinfonía matutina casi perfecta. La arena es suave y dorada, y el agua pura del mar roza lo translúcido. En un rincón de la playa, una pequeña cabaña de bambú, deteriorada hasta quedar en ruinas.

La cabaña pertenece a un viejo pescador llamado Pak Seno, que lleva viviendo allí más de veinte años.

Pak Seno siempre dice que la playa es su mejor amiga. Nunca se siente solo, porque cada noche se sienta frente a su cabaña a contemplar la puesta de sol. El cielo se tiñe de naranja, luego gradualmente de púrpura y finalmente de estrellas. En ese momento, el sonido del mar es de lo más apacible.

Un día, una joven llegó a la playa para relajarse del bullicio de la ciudad. Se sentó junto al Sr. Seno y hablaron sobre la vida, el tiempo y la paz. Sintió como si todas las cargas de su corazón se derritieran con la brisa marina.

Desde ese día, la playa de Senja Damai se convirtió en su refugio cuando el mundo se sentía demasiado ruidoso: un lugar donde el mar, el viento y el atardecer se susurraban sobre el significado de la verdadera tranquilidad.

Los invito a
@zhanavic69
@sariana23
@zorajaime