A las 7 y 30 ya estábamos en Anzoátegui, mi tía feliz de vernos, por lo menos yo ya tenía 2 años que no la visitaba, ahora como se ha sentido tan mal decidimos ir a verla y ella feliz.

Enseguida mi mamá que estaba con ella y Luisa mi prima, hija de Olivia nos brindaron un menestrón que nos habían estado guardando del día anterior, en ese mismo instante llego la señora MARIA, una vecina que muy amablemente le toma la tensión 2 veces al día a OLIVIA, su gran problema es la tensión.

Luego de compartir un rato con ella, nos fuimos a visitar a mi otro tío y a mis primas, que también teníamos mucho tiempo sin visitar, él es Amado Farfán, mis primas que son sus hijas YELIXA Y YANITZA, por cierto Yanitza tiene 1 semana de haber regresado de Colombia, tenía 11 meses por allá y bueno luego de tener su casita acá por años , decidió venderla para irse a Colombia y resulta que tuvo que regresar nuevamente ahora contando con nada, es triste algunas decisiones apresuradas que a veces tomamos.

Estábamos muy contentos en familia, que sabroso es compartir como la familia que somos, por cuestiones de pandemia ahora se nos hace muy difícil frecuentar.

Ya a las 10 estábamos saliendo de regreso a nuestra CIUDAD BOLIVAR, como es normal las personas en la salida , vendedores ambulantes, informales ganándose la vida honradamente con ventas de cualquier tipo, en este caso era un señor con una mesa llena de bolsas de aguacates y semillas de merey, que por cierto son muy ricos, más adelante unas personas accidentadas por falta de combustible, mi cuñado se detuvo para auxiliarlos con un poco de gasolina, acababa de llenar el tanque allá en el tigre, luego seguimos nuestro camino hermosos paisajes de nuestro majestuoso rió ORINOCO, imponente como ninguno con su hermoso puente ANGOSTURA.

Gracias a DIOS que nos permitió visitar a nuestra familia, aunque fué solo un rato, igual estábamos felices de nuestro encuentro.