Arrancó las páginas del libro con el odio con el que perdió sus nervios al conocer su despido.
Un gran saludo a todos en esta gran comunidad de #comunidadlatina
Arrancó las páginas del libro con el odio con el que perdió sus nervios al conocer su despido.
Llevaba unos meses en esa biblioteca, no era un trabajo que la motivara porque no le gustaba leer. Pero tenía una idea de lo valiosos que eran para algunas personas.
Venían cada dos o tres días para dejar unos y recoger otros. Ilusionadas y nerviosas en busca de esa historia que vivir desde el sillón de su casa.
Algún comentario fuera de lugar, llegar tarde y no colocarlos en su sitio adecuado, trajeron el despido.
Cogió ese libro, como podía haber sido cualquier otro y lo empezó a destrozar para demostrar su verdadero desafecto por ese papel lleno de letras absurdas.
Una mujer se le abalanzó para evitar que siguiera con otros allí descansando y a la espera de volver a la vida cuando alguien lo abriera con la ilusión de la primera vez.
Le daba igual, sabía leer y escribir pero solo para saber en el super o sacarse el carnet. Creo que existen mil formas mejores para pasar el rato que leer en silencio y a solas las locuras allí descritas.
Qué puede haber de nuevo si todo está ya dicho? Visto un libro vistos todos.
Una casa con libros es un nido de polvo e insectos, en la mía no hay ninguno y, si alguna vez, me han regalado alguno, lo he dejado en un banco en la calle.
Al principio los tiraba a la basura pero, trabajar en la biblioteca, me había hecho verlos de otra manera. Algunas personas los valoran, los sacan de aquí porque no pueden comprarlos o no les caben ya.
Ambas posibilidades absurdas, porque me parece de locos que valgan más que una cena en el Burger, una entrada al cine o un vestido.
Y los que llenan la casa de ellos son unos locos. Personas incapaces de vivir la realidad y buscan consuelo en esas locuras escritas.
Rompí ese libro, quise tirar la estantería, desparramarlos todos, quemarlos, no me echáis, me voy. Esto es una casa de locos, polvo e insectos.
Al abrir la puerta para salir antes de que la detuvieran, choque de frente con un chico que llevaba dos para cambiar. Su cara, esa mirada de terror, sus manos , la detuvieron.
Sé armó una verdadera discusión, una nota desfavorable en su currículum, la imposibilidad de volver y una multa para pagar ese libro y los daños ocasionados en el mobiliario.
No se porque, aún no lo entiendo pero se puso a llorar. Quizás sus padres, una cierta vergüenza por dejarse llevar por la ira... No lo sé. Pero el chico la apoyó. Nos sentamos fuera, en un banco, para hablar.
Supe que le gustaba leer, que los mejores momentos los había leído, era educado, de esos que son inaccesibles para una analfabeta como yo.
Sé sintió molesta con el sabidillo, sus maneras, su voz, esa habilidad para expresarse.
Sé ofreció a ayudarme, a ser mi amigo, a ir a otras bibliotecas y buscar.
Había un libro para cada tipo de persona, había uno esperándola , solo necesitaba estar dispuesta, centrada, con el.
Al día siguiente apareció con el libro que había roto, una novela costumbrista, de esas que le aburrian nada más empezar. Pero no iba a dejarme sola, lo íbamos a leer juntos, cada tarde, en el parque.
Y así dejó de odiar los libros. Mentiría si anunciara que se había vuelto una lectora, se le siguen atragantando, se aburre pero reconoce que tienen vida propia, que están habitados, respiran emociones y nunca más romperá o dejará en la basura ningún libro.
Autor:@wiliangel
Muchas gracias por leer mi publicación espero les guste sin mucho más que decir me despido
