De visita al zoológico y parque botánico "Bararida"

^{Imagen hecha en canva, fotografía propia}

Hace unos días se llevo a cabo el cumpleaños numero dos de mi ahijada Melany, lo especial es que para salir de lo común mi prima decidió que tendríamos un día viendo animales, es decir, iríamos al zoológico de la ciudad, el cual estaba había pasado por mejoras en sus instalaciones.

Por ello el pasado domingo alistamos comida, bebidas, pastel y por supuesto lleve mis respectivas bolsas para desperdicios y salimos al parque.

Al llegar pagamos las entradas, los niños pagan $1 y los adultos $2, nos dan la bienvenida los cuidadores y de allí podemos ubicarnos donde deseemos, al instante escuchas aleteos, ya que lo primeros que encuentras en la sección de aves, hay loro, guacamayas, pericos, diversas clases de pajaros, hasta el cóndor. Siempre me da ternura ver a los periquitos y loros repetir, mi ahijada estaba muy emocionada.

Decidimos seguir la ruta y pasamos por la zona de lagunas, esta el manatí, flamencos, patos, etc, no logre ver los manatís porque no emergen a la superficie, solo pude vislumbrar un poco de su boca al salir a comer, pues les estaban dando comida de dos cestas, y según el veterinarios se comen cinco cestas de verduras fácilmente.

Luego caminamos a la parte de los monos, me enamore de un chimpancé muy particular, están dos, macho y hembra y el macho asomaba su mano por la jaula, como un gesto de me pueden dar algo lo cierto es que tenía frutas alrededor, la gente acostumbra a lanzarle comida y seguramente adopto la costumbre de pedir (Risas).

Los babuinos solo estaban unos poquitos, ellos son juguetones y algo alocados, les gusta lanzar cosas así que pase algo alejada de las jaulas (Risas).

Donde quería ir, era a la zona de felino, pude ver al tigre de Bengala en su esplendor, elegante y dando vueltas en su jaula, el león por otro lado estaba echado y rugiendo, habían aviones sobrevolando y el giraba la cabeza buscando el sonido, movía su melena y quede maravillada, es enorme, es como una mascota que quieres apapachar, salvo que no creo lo vea bien (Risas).

No entre al serpentario, le tengo miedo a las serpientes pero tampoco dio tiempo, estuvimos en el lago viendo tortugas, comiendo pastel, un rico almuerzo y muchas golosinas, la brisa estaba deliciosa y el ambiente acogedor, muchas familias larenses y de otros estados visitan mucho el parque, ya que cuenta con tirolina, atracciones para los más pequeños, botes, payasos, es encantador.

Antes de irnos compre barquillas de chocolate con mantecado, existen muchas tiendas con gran diversidad de productos dentro, todas te hacen énfasis en colocar la basura en su lugar por el cuidado hacía los animales y es comprensible.

En fin, esa sensación de sentirte como una niña es indescriptible, recordar tu amor por la naturaleza y la flora es muy especial. No venía al parque desde hace años, mi mamá me contaba que cuando estaba en preescolar ella me traía mucho, quizás por eso fue un día tan agradable.