El problema no son los políticos

Es bien sabido por todo el mundo el problema que vive Venezuela, también es sabido que tenemos más de 20 años con este "problema" llamado Socialismo del siglo 21. Los niveles de miseria en Venezuela han superado a los de los países que siempre han sido pobres, como por ejemplo Haití, algo difícil de creer hace 20 años atrás tomando en cuenta que Venezuela es uno de los países más ricos del mundo.

Y creo que esa misma "riqueza" en recursos naturales es la que nos ha llevado al abismo. Desde siempre hemos querido que el estado nos regale todo, que todo sea gratis y aparte de eso fuimos incapaces de cuidar nuestros recursos, como si fueran eternos. Todo esto aunado a la corrupción de los políticos despreciables que siempre han existido, han acabado con la dignidad del pueblo venezolano.

Es difícil explicarle a algún extranjero cómo puede ser que el país con más reservas comprobadas de petróleo en el mundo se quede sin gasolina, algo que durante décadas prácticamente se regalaba a un precio por litro equivalente a un caramelo. Es tal el nivel de destrucción del país que acabaron con la industria petrolera más grande del planeta.

Pero insisto en que la culpa no es de lo políticos, ni siquiera de los más corruptos, la culpa es del mismo venezolano que se dejó endulzar por promesas de tener una mejor vida con el menor esfuerzo posible, quitándole a los empresarios y a la gente rica las empresas que tanto le costaron levantar. Ese disco trillado de "quitarle al rico para darle a los pobres".

Decidimos escoger el camino fácil, el camino del todo regalado en vez de hacernos cargo nosotros mismos de nuestro porvenir poniendo el trabajo duro y la educación siempre por delante. En vez de eso permitimos que unos dementes destrozaran el país por todas partes; son una especie nueva del Rey Midas ecológico, pero en este caso todo lo que tocan lo vuelven mierda.

Aprendamos a sacrificarnos y a trabajar duro por nuestro propio porvenir y a no dejar en manos de políticos que se creen Dioses el futuro de nuestros hijos. Un país crece y se hace con trabajo y esfuerzo del colectivo y los políticos deben verse como lo que son, empleados de nosotros.

A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos con frecuencia... y por la misma razón.
George Bernard Shaw.