Demóstenes

Este relato está inspirado por el arte digital de @xpilar. Ésta es la imagen que lo motiva:

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Demóstenes era un tipo religioso, de esos que luego de tener un desastre de vida deciden por fin buscar a Dios para de esta forma limpiar sus pecados y enmendar sus defectos.

Luego de trabajar arduamente, decide tomarse las merecidas vacaciones que venía planificando desde hace un par de años. Va a la agencia de viajes y se compra el paquete más full que incluye todas las excursiones a la isla San Vicent, enclaustrada en el hermoso Mar Caribe.

Tan mala suerte tiene nuestro amigo que justo después de aterrizar en la isla se desata una fuerte tormenta que muy pronto se convierte en un huracán categoría 4. El pobre hombre había planificado su viaje de ensueño en medio de la temporada de huracanes.

Ya instalado en el hotel ve como poco a poco sus vacaciones de ensueño se desintegran frente a sus ojos, o frente a la ventana. Podía ver como el huracán arrasaba a su paso todo lo que conseguía. Más temprano que tarde tocan la puerta de su habitación para informarle que se debía evacuar el hotel por resguardo de la seguridad y la vida de los huéspedes.

Aferrado a su fe, Demóstenes empezó a rezar. Camino al punto de encuentro una ola de 10 metros sobrepasa el rompeolas del hotel e inunda todo a su paso. Todos los huéspedes quedan bajo el agua; muchos mueren pero unos pocos logran salvarse, incluyendo a nuestro amigo, que logra aferrarse a un tronco que lo lleva al techo de una escuela.

Sobre el techo se echa a rezar con mucho más fuerzas que al principio. En eso pasa una lancha de los guardacostas, que le piden que se acerque al bote para evacuarlo.
-De ninguna manera, Jesús, mi Salvador, vendrá a mi rescate.

De esta forma desaprovecha la ayuda y queda bajo el techo. A la hora, pasa un helicóptero que lo visualiza desde el aire y le grita por el parlante: Hombre, le vamos a tirar una soga para sacarlo de allí.
-"De ninguna manera, Jesús, mi Salvador, vendrá a mi rescate". Les vuelve a decir.

El hombre sigue rezando esperanzado en que el señor Jesús lo va a rescatar. En eso una segunda ola golpea de nuevo y esta vez nuestro amigo no se salva de la catástrofe y muere ahogado.

Cuando abre los ojos, ve a San Pedro y en ese instante se da cuenta que murió, que Jesús no lo salvó de aquella hecatombe. Más que molesto, estaba decepcionado y va hacia San Pedro y le pide hablar con Jesús. En eso Jesús le parece en frente y este le reprocha:

-Señor Jesús, tenía tanta fe y te recé con tantas fuerzas para que me rescataras y no lo hiciste. ¿Por qué me dejaste morir?

-Querido hijo, te envié un barco y un helicóptero a tu rescate y no te dejaste ayudar.

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La imagen es tomada del post de @xpilar. He aquí el link.