En sus mejillas lleva pegado el sol
Su risa de guacamaya es su candor.

Tiene los ojos profundos
de los bosques y los lagos.

Es ternura, es canción,
es azulejo y turpial
que sabe echar a volar
cuando salta el corazón.

La tierra es buena en sus pies
Al charco lo vuelve arepa.

Con nada se le asemeja
si de amor se ha de tratar
pues, tan sólo con mirar
él nos llena, nos amena.

Sus ojitos relinchones
son como dos luceritos.

Sus manitas dan cariño
Su voz invita a soñar
y no para de cantar
los versos de "Niño lindo".

Las madres de cada calle
tienen a uno a su lado
Son el tesoro preciado
que arranca toda tristeza.

Para acabar con las penas
Debes dar cuido y amar
y saber bien apreciar
al niño venezolano.

GRACIAS!!!!