10 Cosas que debes saber antes de ir al dentista ¡Pero tienes miedo de preguntar!
Una de las cosas más comunes en la sala de espera de un consultorio odontológico es la ansiedad o la "cara de preocupación". No es secreto es un secreto que a nadie le gusta ir al odontólogo, es algo con lo que nosotros los dentistas debemos lidiar.
Desde que comencé en Steemit me propuse educar a las personas de alguna manera, con el objetivo de que todos aquellos que me leen amplíen sus conocimientos y logren hacer de sus visitas al odontólogo una experiencia más amena, y en efecto productiva. Entonces, aquí les traigo una serie de cosas que queremos que sepas (más probablemente NECESITAMOS que sepas), antes de ir a la consulta.
1. Podemos oler tu última comida
Sí, eso es correcto Siempre sabemos lo que almorzaste, es un hecho que apreciaríamos que no comas demasiado pan de ajo antes de acudir a la consulta, o mejor aún si te cepillas los dientes antes de venir. Hablando por experiencia personal: he visto pacientes que se olvidan por completo de hacerlo, me han dado la oportunidad de darle un vistazo a la vaca que acababan de masticar.
Ésta es una breve lista de alimentos que favorecen el mal aliento:
- Queso: a todos nos gusta el queso, pero cuando los aminoácidos presentes en el queso reaccionan con las bacterias en tu boca, producen algo de azufre volátil, produciendo un olor peculiar a huevos podridos.
- Especias: la comida sazonada es sabrosa, pero hay una trampa: cuanto más fuerte es el olor de la especia, más probable es que te dé mal aliento.
- Café: la cafeína disminuye la producción de saliva, permitiendo que las bacterias en la boca se multipliquen a su gusto.
- Ajo y cebolla: ¿es necesario explicar esto?
- Carne: los filetes están llenos de proteínas, que están hechas de aminoácidos.
- Alcohol: Causa deshidratación, que conduce a menos saliva y por consecuencia a más bacterias.
2. Los rayos X no te hacen daño
A muchos pacientes les preocupa hacerse radiografías, incluso creen que les puede dar cáncer. Pero hablando con honestidad, el sol produce más radiación, si tomas baños de sol o simplemente caminas durante una hora al aire libre, obtendrás más radiación que con un set completo de radiografías dentales. Algo por lo que realmente debes preocuparte: el hecho de que tu dentista no use radiografías.
3. No tiene dientes débiles, tienes caries
Es extremadamente común escuchar: "¡Tengo los dientes débiles de mi abuela!" (Eso incluye a otros parientes). No hay tal cosa como "dientes blandos", hay muchas condiciones que te exponen o hacen más vulnerable a las caries dental, los dientes de tu abuela no es un factor determinante.
Explicaré en otro post algunos errores comunes que pueden llevarte a ser vulnerable al desarrollo fácil de caries, así que atentos a mi blog.
4. Lo que has escuchado sobre los odontólogos no es cierto
Antes que nada: TODOS SOMOS DIFERENTES. Todos tenemos diferentes opiniones; todos tenemos diferentes tratamientos, ideas, etc. Pero hay un factor común presente en las cabezas de los pacientes: a los dentistas les gusta sacar los dientes; eso está mal. Sacar los dientes (realizar exodoncias) es rápido y fácil (eso sí es cierto), pero vamos, nos hicimos odontólogos para arreglar tus dientes (esto no incluye a los cirujanos); la única razón por la que decidimos extraerlos es porque ya no hay forma de salvarlo/restaurarlo.
5. No nos gustan los piercings en la boca (o cualquier lugar cercano a ella)
Los piercings en la boca representan un riesgo gigantesco de infección, incluso cuando las cosas van bien con él, aumentan el riesgo de fractura dentaria (sobre todo los de la lengua).
6. Las encías sangrantes no son normales
A menos que te estés golpeando las encías con el cepillo, que estas sangren no está bien. Piensa en esto: si tus manos sangran mientras las lavas, seguramente correrías a ver a un médico.
7. Tu actitud es importante para tu hijo
Si los adultos realmente odian ir a una consulta, piensa en los niños. Recuerda que tienden a copiar lo que ven, por lo tanto, si estás ansioso o tienes miedo, evita mostrárselo a tus hijos, para que ellos puedan crear su propia experiencia en consulta.
Un buen odontólogo mostrará y explicará todo a tus hijos (especialmente si es su primera vez), para que se familiaricen. Tenga en cuenta que tan pronto como su bebé tenga un diente, es el momento perfecto para llevarlo a ver a consulta. Paso a paso, se acostumbrarán.
8. No hacemos magia
Algo que siempre queremos que sepas: a veces, los dientes soñados pueden no ser posibles. No es porque seamos malos, sino porque las condiciones de todos son diferentes.
Por ejemplo, el otro día tuve una paciente que acudió a la consulta para un diseño de sonrisa, ella tenía una foto de una actriz, simplemente se sentó en la silla y dijo: "Quiero esta sonrisa, quiero estos dientes". Todo lo que dije fue "No puedo darte esa sonrisa exacta, pero puedo darte tu propia sonrisa hermosa", después de unos minutos de escuchar sus quejas (más que preguntas, sólo se quejaba), respondí: "No puedes tener una sonrisa que se parezca a la de esa actriz". (Creo que era Sandra Bullock, no lo recuerdo en este momento), porque la forma de tu cara no se ajusta a la forma de esos dientes”.
En conclusión, los dientes son diferentes, como el cabello. No puedes poner los mismos reflejos en el cabello de todas las personas.
Para saber más sobre los Principios del Diseño de Sonrisa, puedes consultar este artículo.
9. Las sonrisas son importantes
Los extraños siempre se sienten atraídos por una linda sonrisa, es un hecho. Cuando conoces a alguien por primera vez, lo primero que probablemente veas son sus ojos, los dientes y quizás el en último lugar su cabello. Pero seamos honestos, las personas hoy en día gastan más dinero en la peluquería o incluso en la ropa que en sus dientes.
Y por último, pero no menos importante..
10. ¡Los dentistas no somos tan malos!
No somos monstruos, somos personas. Comemos, sentimos, tenemos sueños, nos cansamos y, por supuesto, nos preocupamos por ti también. Pasamos mucho tiempo tratando de cambiar este concepto, que probablemente es culpa de las generaciones anteriores.
Es un mito que todo tratamiento dental es doloroso. Lo que sí es cierto, es que siempre puedes pedir anestesia si tienes miedo o estás demasiado ansioso. Debe recordar que el mejor tratamiento es un diagnóstico temprano y las visitas regulares.
Acá puedes ver un gran ejemplo de lo "terribles" que son los dentistas:
No dudes en preguntar si tienes alguna inquietud.
¿De qué te gustaría que hable en la próxima publicación?
¡Nos vemos en la próxima consulta!
Ninguna de las imágenes me pertenece, utilicé el buscador de imágenes de Google para encontrarlas. El post está hecho con motivos educacionales.