Todo comenzó en mi propia casa cuando estaba niña, recuerdo que mi abuela nos llevaba en las noches a comer perros calientes en la antigua “plazoleta” de Barcelona, justo al lado de la Plaza Boyacá, era un deleite para nosotros, éramos muy pequeños y con dos perros calientes y un refresco de lata para cada uno era suficiente, no sucedía todas las noches pero si al menos 2 noches por semana. Otras veces la abuela nos llevaba a comer empanadas, y casualmente también en la noche, intuyo ahora que no le gustaba hacer cena, jejeje.

Luego con el paso de los años cuando estudiaba en el colegio la abuela nos buscaba al colegio y nos llevaba a comer “pasticho” o “pollo asado” en un lugar muy famoso también llamado “Shado”, lamentablemente ya no existe. Y en los mejores días para nosotros nos llevaba a almorzar “hamburguesas con merengada de fresa” en un lugar llamado “Acre”; y sigo pensando que a la abuela no le gustaba cocinar, ella era una “mujer profesional, una mujer de negocios” y no iba a invertir su tiempo en las labores del hogar.

Ya veo que quien lo heredé, jajajajaja

Pero el cuento es que, de alguna manera, cada uno tiene su historia con la comida rápida, así comienza la mía, y puedo afirmar que “A todos les gusta la comida rápida”.

_{Comida rápida hecha en casa. Foto by @tocho2.}

Si hablo de la actualidad, confieso que no me gusta cocinar apurada cada día, cada mediodía, es desagradable sobretodo porque mi trabajo como ingeniero no es nada fácil y el tiempo apremia, las horas de descanso se aprovechan y ahora he optado por cocinar los domingos para toda la semana, pero siempre hay oportunidad para darse un gusto, por lo que también puedo afirmar que Preparo con regularidad comida rápida en casa y también tango algunos lugares favoritos.

Pero si hablo de mis lugares favoritos, estos solo han quedado en el recuerdo, ya no los visito, ya no como en la calle tanto como antes más que todo la pandemia cuando dejamos de salir, por lo que es más fácil para mi pedir una comida rápida por delivery o en el mejor de los casos la preparo en casa, como por ejemplo hago hamburguesas caseras con su ración de papitas fritas como pueden ver acá:

_{Cocinando la carne y las papitas. Foto by @tocho2.}

_{Armando la hamburguesa. Foto by @tocho2.}

_{Hamburguesa lista para comer. Foto by @tocho2.}

En cuanto a mis lugares favoritos, tengo muchos pero muy lejos de mi casa, por ejemplo Pollos Arturo’s y las barquillas Marco Polo que las venden allí mismo, otro caso es Papa John's Pizza pero no las he comprado últimamente porque son pizzas muy grandes para una sola persona. Aquí pueden ver algunos precios con las promociones de comida rápida de pollos Arturo´s, mi favorito es el “super” que cuesta 9.75 Usd que equivale a 36 Steem, pero últimamente no he comido aquí.

_{Menú y precios en Pollos Arturo's de Lechería. Foto by @tocho2.}

_{Una selfie muy improvisada en Pollos Arturo's de Lecheria. Foto by @tocho2.}

Definitivamente si creo que la comida rápida afecta la salud de las personas que la consumen en exceso, somos lo que comemos, debemos ser moderados con esto. En la actualidad los alimentos que compramos en los supermercados en su mayoría contienen conservantes, colorantes y cualquier cantidad de ingredientes nocivos para nuestra salud, y esto mismo es lo que se emplea para la comida rápida. Yo lamentablemente no consigo comida Kosher en mi ciudad y he seguido esta mala tradición de la abuela con la comida rápida, pero lo hago con muy poca frecuencia o al menos trato de hacer mis “hamburguesas” lo más sanas posible.

Y mis recomendaciones para las personas que son adictas a la comida rápida, son muy sencillas, simplemente ama a tu cuerpo, ama a tu salud como te amas a ti mismo, ama a tu familia y no les abras a la puerta a la comida rápida de una manera desmedida.

Se puede comer sano y deliciosos en casa, prepara tu propia comida rápida para consentir a tu familia, come fuera de casa de vez en cuando, pero no permitas que en los miembros de tu familia se convierta en una adicción.

Mantener a raya los triglicéridos es comer pocas frituras, pocas grasas trans, pocas harinas y pocos azúcares: Yo sé que es difícil, pero no es imposible, es cuestión de hacer hábitos saludables, y yo misma estoy retomando estos buenos hábitos ahora.

Recuerda que los triglicéridos y los daños al corazón trabajando de manera silenciosa, cuando se trata de malos hábitos alimenticios.

Practicar algún deporte exigente ayuda más de lo que imaginamos.

Cuida de ti y de tu familia con una sana alimentación..!

Todas las fotos son mías, tomadas con mi teléfono RCA-M1.