¿QUÉ ES LO MÁS PICANTE QUE HA COMIDO? CUÉNTAME LA ANÉCDOTA.

Hace algunas vueltas al almanaque atrás fui de viaje hacia el interior del estado Guárico. Específicamente cerca de un poblado llamado Cabruta que colinda con el estado Bolívar. En la finca donde pernotábamos, una noche, se hizo una cena masiva en donde todos los que pasábamos los días de vacaciones allí fuimos invitados a comer.

El anfitrión se acercó a la mesa donde me encontraba sentado con el grupo de conocidos con los que hice el viaje. El dueño de casa era muy amigo de uno del grupo y sentía una confianza que extendió al resto del grupo.

Recuerdo que quien daba la comida le recomendó a mi amigo que probara un picante que le habían traído de la amazona venezolana. Muchos de los que estaban sentado en la mesa se sumaron a la prueba del picante. Yo no me sume ya que no me gusta para nada ese aderezo de la comida.

Tristemente para mi alguno de los del grupo le pareció gracioso poner, en uno de mis tantos descuidos por confiado, un poco de ese picante en mi comida. Ya se imaginarán lo que paso al seguir comiendo. Nunca había sentido una sensación tan desagradable, dañina y nefasta como la que sentí aquella noche.

Aquel ardor tan desagradable en el interior de mi garganta y el fuego brutal en mi estómago no era normal. Está claro que ese gesto, según ellos gracioso, me llevo a tomar una gran cantidad de líquidos fríos a ver si se me pasaba el malestar.

Por buena ventura para mí, una señora ya mayor que estaba encargada de cocinar la comida que consumíamos esa, al ver mi desesperación por el ataque del picante me dio un litro de leche de vaca y con eso se alivió un poco el dolor que sentía. Está claro que no pude seguir comiendo y que la noche la pase en mi habitación tratando de dormir.

Yo no como picante de ningún tipo y menos me hubiese atrevido a consumir uno hecho por los indígenas del sur del país y que está elaborado a base del llamado bachaco culón y de plantas de picantes autóctonas de esa zona del país. A nadie le deseo una experiencia como la que viví aquella noche.