¡Buen día!... Un cordial saludo a todos los miembros de la comunidad #Colombia-original y al resto de la gran familia #steemit.

Acá estoy con una entrega más del Juego del Diario, debo confesar que en esta tercera etapa he participado poco, quizás abrumado por participar en otras actividades dentro de la plataforma, pero igual acá estoy.

Para algunos que leen este escrito se plantearan la pregunta del ¿Por qué del título? LA HUMANIDAD NO ES LA UNICA CAPRICHOSA, para que puedan entender el ¿Por qué? Déjenme explicarme comenzando por el principio.

Cuando comencé este camino en #steemit, estábamos comenzando con la pandemia y por lo tanto estábamos comenzando con las restricciones de tránsito, con el confinamiento. Esto me llevo a que me dedicara a crear un huerto en el patio trasero de la casa donde vivo, primero para tener algo en que entretenerme y segundo por buscar la manera de ahorrar algo de dinero.

Escribí mucho de mis huertos en las etapas anteriores del juego del diario. Quienes hayan leído esas publicaciones sabrán que estuve sumergido en una guerra en contras las hormigas que impidieron la germinación de gran parte de los huertos.

A pesar que logré ganar en el frente de los tomates, en el frente del ají y pimentón fui brutalmente pateado por estos insectos. Para ser sincero me dieron hasta con el tobo. No hubo forma de que el Ají y Pimentón se me dieran.

A ver seamos sinceros, desde el principio tuve desventaja numérica. Uno contra miles era casi imposible, al menos que me convirtiera en Rambo que con un pequeño pedazo de alambre hubiese ganado, era muy difícil. Sumémosle a esto que respete lo dictado en la convención de ginebra y en el tratado ecológico mundial y no emplee armas químicas en mi lucha contra las hormigas.

Esta situación me desanimo un poco y como estrategia alterna decidí sembrar unas semillas de ahuyamas. Lo hice en un espacio que tenía preparado rústicamente. Coloque las semillas y deje que la naturaleza siguiera su curso. No le preste mucha atención a este cultivo.

Lo cierto es que a los pocos días comenzaron a dar señales de vida los retoños de la planta de ahuyama y poco a poco fue expandiendo sus ramas. Para quienes no lo sepan la ahuyama es una planta enredadera rastrera y se va propagando sin límite por el terreno que tenga a su alcance. De allí que se deba estar pendiente de esta expansión en caso de que no se quiera que la planta tome una zona que no está pensada para ella.

En esta expansión tomo posesión de uno de los huertos que tenía preparado para los pimentones y ajíes. Al perder la guerra que tuve con las hormigas, dejé que la ahuyama tomara venganza en mi nombre posesionándose en aquel campo de batalla de grandes luchas. Las hormigas no atacan las plantas de ahuyama, o así lo parece.

Siguió avanzando la planta y su extensión fue tomando el segundo huerto que tenía sin sembrar. Lo más extraño de esto es que la planta se fue secando en el sitio original donde había sembrado las semillas. Asumí que no le gustaba el sitio y que estaba buscando uno donde se sentía mejor, todo esto asumiendo que tenía sus pensamientos propios y decisiones propias.

Seguía avanzando tomando terreno mientras comenzaba a florear signo inequívoco de que pronto comenzarían a salir los frutos de la misma. Pasaba el tiempo y seguía floreando, pero nada que daba frutos. Esto me llevo a que pensara que la planta era de sexo masculino y como dice el dicho en Venezuela, FLOREA, PERO NO CARGA. Hay que destacar que este dicho se le dice a los hombres no tan hombres. Ojo este comentario va con todo el respeto y no pretende ofender a nadie.

Me decepciono mucho el hecho de que la situación fuese así como se planteaba y decidí dejar que la planta siguiera su curso sin prestarle mucha atención, no podía hacer nada y en verdad no quería pelear contra la naturaleza y el destino.

La planta sigue extendiéndose al punto de llegar a una de las paredes limítrofe del patio y comenzó a trepar por la misma. Yo veía todos los días el avance sin prestarle mucha atención a este hecho.

En su avance, la planta, decidió tomar los alambres que tenemos colocado para guindar la ropa que se lava para expandirse. La deje que siguiera su rumbo solo por curiosidad. Digamos que me pregunte ¿Y ahora qué vas a hacer?

Llego el día en que decidí quitar la mata, tanto del terreno, como del alambre donde ya colgaba para preparar los huertos e intentar de nuevo sembrar semillas de plantas que quería sembrar. Digamos que estaba dispuesto a ir a la guerra otra vez contras las hormigas. Acá la época de lluvia está comenzando a menguar y esto me da luz verde para seguir con la siembra.

Ya preparado para comenzar con la desforestación de la planta de ahuyama, mi gran sorpresa. Dos ahuyamas creciendo en diferentes partes de la enredadera. Claro está que esto me alegro. Eran solo dos, pero al final era una ganancia luego de tanto tiempo viendo como crecía la planta si rendir frutos.

Así que no me quedo de otra que dejarla que siguiera con su proceso de producción. Sin embargo, había decidido quitar las que estaban trepadas por el alambre para la ropa y es allí donde la sorpresa fue mayor.

En dicho alambre se estaba dando una ahuyama que iba por un buen camino de crecimiento. Está claro que el asombro me dio el motivo para pensar que la humanidad no es la única caprichosa y asumo que la planta prefiere dar sus frutos trepada en un alambre quedando expuesta aéreamente que de forma normal como las otras de su especie.

Han pasado los días y los frutos de la planta de auyama siguen creciendo, sobretodo la que está en posición aérea. Todavía la planta se sigue extendiendo por el alambre y sorprendentemente sigue está comenzando a dar más frutos, o por lo menos eso parece que hará. Están muy pequeños como para saber si se darán o no.

En verdad solo me queda esperar a que los frutos sigan creciendo y comiencen a madurar. En lo que esto pase ya tengo los planes para preparar una suculenta crema de ahuyama, que modestia aparte, me queda bastante buena al combinarla con aliños verdes y especias buenas.

Hasta acá mis días en el huerto con la planta de ahuyama, espero que les pareciera interesante la misma.