Mis zapaticos

¡Soplar y hacer botellas!

Hace un tiempo creí que el proceso para hacer un par de zapatos, era difícil. ¡Y lo es!

Desde que decidí iniciarme en este maravilloso y retador arte, me confirmo cada día, que es una labor que requiere mucha paciencia, concentración y destreza para lograr un par de zapatos de calidad y cómodo.

También son importantísimos los materiales y las herramientas que se usan en su fabricación, así como el compromiso con los detalles.

Con Internet no hay excusas

Sigo un curso privado de una chica de Argentina: Marcia Quiroz, con la que aprendo y crece mi respeto por esta profesión.

Son videos muy bien detallados de cada paso, pero si pierdo, ella me regresa al camino con sus tips y experiencia.

Construir un par de zapatos, toma su tiempo. Hay siete fases, y cada fase es realizada por una persona experta dentro del taller para asegurar que el producto mantenga un nivel de calidad alto.

Pero como es un emprendimiento casero, me toca hacer todo el proceso solita.

Algunos son indispensables

Por otro lado, no tengo todos los materiales "ideales" que harían mi trabajo más fácil, así que he estado probando, ajustando, improvisando y desechando.

Uso un alicate de esos corrientes, no es la tenaza diseñada especialmente para la fase del aparado y, un martillo también de esos que hay en cualquier casa, bastante pesado. Forman parte de la improvisación.

Es laborioso sí. Tengo una caja de proyectos fallidos, las yemas de los dedos sin huellas por el pegamento, además de adoloridos por los martillazos que me doy, pero disfruto el viaje y me enamoro cada día más de este oficio.