Mirando esos ojos tan lindos de ella.||By: @tamarkislou.|| #cotinaart.

Un día iba Pablo caminando por la calle que tanto conocía y que, tantas veces lo acompañaba cuando salía del trabajo llevándolo a su casa, estaba admirando todos los pequeños detalles que esta tenía. Y no se había percatado que habían colocado un cartel en el otro lado de la calle, curioso por ver qué decía, se acercó más a él y se fue alejando del camino a casa.

Al llegar donde estaba se leían en letras color rojo:

En Pablo estas palabras hicieron un torbellino de emociones y crearon miles de pensamientos que, muy rara vez se podía permitir teniendo una vida tan rutinaria como la de él. Aunque este cartel podía cambiar su vida y esto le generaba miedo de perder la seguridad que tanto había construido, no hizo caso a su voz en la cabeza que le susurraba con firmeza:

Pablo sacó una libreta y anotó la dirección, decidiendo ir en ese mismo momento. Al llegar al lugar se encontró con una habitación de un bar, entró y en él no había ninguna referencia al cartel que había visto antes, confundido, se dirigió a una camarera del lugar y le dijo:

Al terminar de pronunciar estas palabras los ojos de la chica hipnotizaron a Pablo, dejándolo en un estado en el que no pensaba ni era consciente de lo que hacía, sólo quería seguir viendo y seguir hasta el fin del mundo esos ojos tan negros y lindos de ella.

Pasaron 5 años y nadie había vuelto a saber de Pablo, todos los recordaban, pero nadie hacía nada por saber dónde estaba. Se preguntarán dónde estaba su familia, pues, Pablo era huérfano y no conocía a su familia, vivía solo y no mantuvo ninguna relación de amistad tan fuerte como para que se preocuparan de su desaparición.

Muchas veces Pablo era catalogado raro y un poco extraño por su comportamiento de hablar solo, imaginarse lugares y ver cosas que más nadie veía, esto lo hacía sentir inseguro a veces, pero todo lo que veía era tan real para él que, nunca prestó atención a los comentarios mal intencionados de la gente.

Los días pasaban igual y el cartel que lo atrapó, nadie más lo vio, seguía en el mismo lugar, pero nadie podía verlo y ni siquiera imaginarse su existencia, al parecer Pablo era el único capaz de ver los carteles que los demonios del infierno ponen en la tierra.