ULOG 33: Un año más regalando amor

_{Este par siembre destella alegría y amor}

Mi suegra se levanta muy temprano en la mañana y ora en el silencio de una enorme casa, en la que es la primera en ponerse de pie. Creo que ese tiempo a solas con Dios, mantiene su espíritu recargado.

Toma las riendas de las tareas cotidianas. Todo bien dispuesto. Sus comidas saben a gloria y siento que también alimentan el alma.

Ella es la llama que mantiene la luz encendida de su hogar, en el que vive con dos de sus hijos, y que también alcanza el hogar de sus otros dos hijos. Todos comparten, casi con idolatría, su vida con ella.

Sus hijos conocen lo que es el amor incondicional y sus nietos no conocen de carencia de atención. Su regazo siempre listo para acogerlos. Ella siempre está allí para ellos, con una gran sonrisa... nunca había visto tanto amor en una mirada.

Tiene un jardín de paraíso: hermoso, con flores y frutas que solemos disfrutar. La dedicación en su cuidado es reintegrado.

A sus años, tiene más vida y energía que la mayoría de las personas que conozco (incluyéndome) y es que definitivamente, la edad se lleva en el alma.

¿Y que puedo decir yo?: que soy ese extraño ser que ama a su suegra. Una afortunada que también tiene el placer de cobijarse en sus abrazos, de disfrutar su expresión gentil y sus atenciones; de sentir ese mar de amor que fluye en ella y a través de ella.

Suelo detener en cada oportunidad, ese instante en el que llego a su casa y observo cómo mira a mis hijos, y no puedo más que sentirme bendecida por haberles regalado esa abuela.

Bendecidos por Dios, celebramos una vez más su cumpleaños, con el calor de su amor y la alegría de su corazón.