El amor más puro
Recuerdo claramente la noche en la que, quien ahora es mi esposo, con un estuche en mano que contenía unos hermosos aretes, me pidió que fuera su novia, hace ya 15 años. Antes de dar mi respuesta le advertí: No pienso tener niños. Sí, así como lo leen. En aquel entonces pensaba que, como era una profesional en ejercicio, no quería someter a mis hijos a todo el día fuera de casa, cuidados por otros y tener que verlos sólo en la noche y para colmo cansada. Y aún ahora no me parece justo...
Continuando con la anécdota, creo que era el momento propicio para que cualquiera saliera corriendo. Sin embargo, la madura respuesta de aquel caballero fue: tranquila, todo tiene su momento. Sin embargo, yo sentía que debía ser honesta y evitar mal entendidos en un futuro. Fue entonces, después de una breve conversación, cuando accedí a su propuesta. Y seis años después, ya estábamos casados y con estos dos hermosos niños, que son el mejor regalo que pude haber recibido en mi vida.
La historia de cómo llegué a tener dos, después de no querer ninguno, se las cuento otro día. jajaja.
Y no se trataba de que no amara a los niños, sino todo lo contrario, los amo tanto que pienso que deberíamos ser concientes del valor y la importancia de tenerlos. Son tan frágiles e indefensos y literalmente, al recibirlos sus vidas quedan en nuestras manos. Lo veía como una responsabilidad que me superaba.
Ahora no puedo imaginar mi vida sin ellos, son perfectos, nobles, llenos de alegría, sanos, amorosos, inteligentes... Creo que se nota que soy su mamá 🤭
Como toda bendición, la recibimos sin merecerla. Me sorprende observarlos juntos, compartiendo sus juegos, sus aventuras, sus historias, sus picardías, sus momentos buenos y malos. Mi niña siempre consuela a su hermano, lo apoya con sus tareas y hasta le sacó sus primeros dientes; y él, con certeza dice que nadie se mete con su familia y con firmeza la defiende hasta de nosotros. Se acompañan, apoyan y complementan.
Con besos y abrazos me despiertan en las mañanas cuando no hay trabajo. Con besos y abrazos nos despedimos para dormir. Siempre están cerquita de mí. Notan si estoy triste, preocupada o si me duele algo e intentan curarme con besitos. Me ofrecen su ayuda si me ven atareada. Y siempre siempre siempre, están abrazando mi alma.
Y no puedo más que agradecer a Dios por mostrarnos tanto amor.
Imágenes propias editadas con la aplicación Camara360, descargada desde Play Store para Android.
Sabes no te dejé huir, correr yo de una mujer tan hermosa, me tenías cautivado y enamorado, no había escapatoria posible y con la llegada de las dos bendiciones más enamorado, los amo
Siempre he pensado que eres el único que podía haberlo logrado. Dios siempre sabe como hace sus cosas. Besos amor.
Saludos amiga, gusto en seguir tu historia familiar.
Gracias a ti por detenerte en mi blog, por tu lectura y comentario. Un abrazo.