Cómo revender tus boletos de camión y recuperar tu inversión

in #story6 years ago (edited)

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No me dedico a vender boletos.
Espero que nunca te encuentres en la incómoda situación de revender un boleto. Pero por si algún día te sucede te cuento en detalle como puedes recuperar el %100 de tu inversión.

Esta miniaventura comienzo un jueves a la 1:30pm
Quería ir a visitar a un familiar en Xalapa y fui a comprar un boleto personalmente en las taquillas de la marca AU en la central de camiones de Puebla. El boleto era para abordar 2:00pm.
Al entregarme el boleto la cajera me advierte que solo se puede cambiar el horario de los boletos una hora antes de abordar y que ya no podré hacerlo.
El boleto me costó $300 pesos mexicanos.

Iba a ir a visitar a un familiar.
Me dirijo hacia la sala de espera cuando me llaman por teléfono del trabajo diciendo que me necesitan de vuelta.
Tengo que regresar.
Pero quedan 20 minutos para abordar!

Me acerco a la taquilla preguntando por alguna solución para no perder el dinero que inverti.
Muy amablemente la cajera y a pesar de no estar una hora antes me dan dos opciones:

  1. reembolso del 50% o
  2. ‎cambio de horario sin opción de reembolso ni de volver a cambiar el horario

Elijo la segunda opción.
Lo cambio para un lunes a las 11:30pm.
Sorprendido me devuelven $100 pesos por la diferencia de precio (comprar anticipadamente es más barato) me siento agradecido porque al menos he recuperado $100 de los $300.
Me quedan $200 por recuperar el lunes.

El lunes llego más que puntual a las 10:30am. Una hora antes. Y comienzó mi labor de venta.

Pienso como acercarme a la gente. Observo el precio en la pizarra y dice $300. Mi boleto lo puedo vender en $200! me doy cuenta que tengo una ventaja en la reventa.

Me acerco a las personas que están formadas y pregunto: ¿Hacia donde se dirige?
Recibo las más variadas respuestas.
Desde la persona que quiere ignorarme hasta la que agradece sin motivo alguno. Respuestas fuertes otras débiles. Personas que no escuchan y dónde tengo que alzar mi voz.
No me siento cómodo hablando muy fuerte puesto que no sé si está permitido revender un boleto y las cajeras podrían escucharme. Pero mientras más me acerco las cajeras me escuchan y no parecen molestarse.

Me encuentro personas que no van a Xalapa.
Ocasionalmente personas que si van pero vienen juntas y quieren comprar asientos juntos. Les parece complicado y mejor no me compran.

Sigue pasando el tiempo, ya son las 11am y sigo sin vender el boleto.

Les comento que les costará $100 pesos menos. Parecen convencerse un poco pero ven mi boleto arrugado y prefieren ir directamente a recibir el servicio de calidad y sin contratiempos al que ya están acostumbrados.

Con la mayoría de los hombres obtengo respuestas claras y directas. Pero muchas mujeres se siente cohibidas, le dan mucha vuelta al asunto o rechazan la oferta mucho antes de si quiera escucharla .

Tengo la ventaja de hablar inglés y ofrecer en el idioma el boleto a algunos extranjeros pero corro sin suerte.

Para entonces también me doy cuenta que es más probable vender un boleto de AU a las personas que compran en taquilla de AU que en la de ADO.

Ya son 11:10am. Me empiezo a poner nervioso. E intento relajarme pensando que sí no lo vendo al menos puse todo de mi parte para venderlo y en mi no va a quedar el no haber podido venderlo. Comienza a llegar más gente que va a Xalapa.

Me doy cuenta que mi mejor opción es este hombre que parece ir solo. Observo que mira la pizarra exactamente al letrero que dice Xalapa. Me acerco y le pregunto y si va Xalapa. Me responde que si. Afortunadamente nos encontramos aún muy atrás en la fila y me da tiempo de negociar con él antes de llegar a la taquilla.

Le digo que le vendo este boleto más barato, que cuesta $100 más barato. Lo veo flaco y se me ocurre decirle que con los $100 que se está ahorrando bien podría usarlo para comprar una comida corrida. Y que así los dos ganamos.
Lo veo dudar un poco y añado que si gusta le podemos preguntar a la cajera si es válido el boleto.
Parece cada vez más convencido. Hasta que se anima a decirme ¿Le preguntamos a la cajera a ver si sirve? Asiento con la cabeza feliz y le entrego el boleto en la mano. Esperamos un poco y la cajera ya se había dado cuenta que yo andaba de fila en fila vendiendo el boleto. Y él le dice a la cajera que yo le estoy vendiendo el ese boleto y que si el boleto es válido. La cajera responde no muy cómoda que el boleto si es válido.
Le agradezco a la cajera y nos apartamos de la fila.
El señor me comenta que no anda bien de dinero y que me agradece el que le vendiera el boleto más barato. Y me entrega contento los $200 pesos.

Mis conclusiones:

  1. cuando se trate de burocracia nunca te des por vencido, insiste, insiste, insiste.

  2. ‎no importa los rechazos, todos tienen derecho a rechazar. Importa llegar a la venta siempre y cuando estés convencido de que estás vendiendo un buen producto.

  3. ‎una buena actitud, sonreír, hablar claro y amablemente me habrió la puerta con el cliente y la cajera.

  4. ‎siempre esperar lo mejor de las personas suceda lo que suceda abré las puertas a que suceda lo mejor.

  5. me ‎ayuda mucho abandonar la idea de que las cosas tienen que suceder exactamente como uno quiere.

  6. ‎también me ayuda mucho saber que no todo depende de mi para que suceda pero que puedo poner lo mejor de mi para que suceda.

Sí te gustó este relato te invito a que me conozcas más en mi link de presentación.
https://steemit.com/introduceyourself/@spezzia/mi-presentacion

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