VAMPIROS

Busca en el fondo de esos ojos
los recuerdos que aun perduran.

El aliento helado del camino incita al silencio
y los pensamientos se animan
a seguir la melodía de la lluvia.

Una tormenta en el cielo atemoriza
y golpea en el estómago.

Los pasos que rodean el bosque marcan las heridas
tras las huellas en los huesos entumecidos,
en la piel desgastada por el filo del precipicio.

Las lágrimas caen como gotas en la memoria.

Un grito se ahoga debajo de las sábanas.

La puerta vieja se despedaza
y las polillas escapan por la ventana.

Una casa se desploma como un castillo de arena
tocado por las olas del mar.

El coche fantasma enfila con furia hacia su destino

una historia termina en pedazos de pan con mermelada.

La noche va acabando y solloza la partida.

Nace el sol y muere el instante que se perdió en la nada.

El implacable Osiris resucita
y los vampiros vuelan a esconderse de su luz.

Una escarcha ha quedado en el cuerpo
que deambula sin rumbo.

Camina inerte,
sin prisa y sin fe...

El día tiene su ritmo
también lo tiene el corazón.

Pronto vendrá la noche a reclamar su espacio.

No sabe, si es mejor huir hacia adentro
o anhelar estar en las garras de la luna.