La flauta de la esperanza -- Microrrelato

Eran muchas las estelas confinadas en estos tiempos. Muchas y todas tenían un mismo anhelo: saludar a la gigantesta estrella luminosa, para así poder nutrirse de su energía.

Las horas pasaban lentas en casa de Juan. Mucho tiempo muerto, mucha soledad. Solo había un momento que se repetía cada día y que conseguía sacar una pequeña sonrisa de esperanza al chico. Todos los días a las cuatro de la tarde otra estrella confinada, como lo era Juan, y que debía encontrarse cerca de él tocaba una breve melodía con su flauta. Nunca era la misma, pero siempre venía cargada de emoción.

No sería un confinamiento eterno, pronto las pequeñas estrellas podrán volver a salir... aunque Juan seguirá esperando el canto de aquella flauta que ahora, constante, acompaña sus particulares pensamientos.

por Salvador Flores - @salvao