Hoy quiero compartir con todos ustedes una receta que me llenaba de mucha curiosidad y que por supuesto me encanta. Se trata de un postre sumamente exquisito que es necesario comerse varias porciones para poder sentirnos satisfechos. Se trata del famoso quesitorta de vainilla, también podemos encontrarlo de chocolate, piña, entre otros.

Siempre tuve curiosidad por saber cómo se hacía, si primero el quesillo y luego la torta, al final se colocaría una encima de otra, pero resulta que no es así, se hace todo a la vez y el resultado es sorprendente, además de que es una preparación muy sencilla. Sin más nada que agregar, comencemos.

Iniciamos preparando nuestro caramelo. Vertemos el azúcar en el molde y lo llevamos a fuego hasta que derrita y obtener el color marrón. Con mucho cuidado lo esparcimos por los alrededores y reservar.

Para el torta, en un recipiente cremamos la mantequilla con el azúcar, luego agregamos los huevos, vainilla, la harina de trigo y polvo de hornear tamizado. Mezclamos y poco a poco añadimos la leche.

Continuamos con la mezcla para el quesillo. En la licuadora agregamos los huevos, leche, vainilla, ron, maicena y la leche condensada. Licuamos por un minuto.

Teniendo las dos mezclas listas procedemos a verter la mezcla de la torta en el molde acaramelado, luego la mezcla de quesillo poco a poco. Llevamos al horno a baño de maría por aproximadamente 1 hora y media o hasta que al introducir el cuchillo salga limpio. Dejar enfriar y refrigerar por 3 horas para luego desmoldar y servir.

Amigos, espero que les haya encantado esta receta y que puedan guiarse por este post para que lo elaboren en sus casitas. Fue un placer compartir con todos ustedes esta receta. Hasta la próxima.