Listas para una nueva aventura, nos dispusimos a visitar el popular barrio de Boca. La primera actividad fue dar un paseo por la alegre y animada zona de Caminito. Mi madre y algunas de mis amigas posaros para unas fotos con un apuesto bailarín de Tango que se encontraba al inicio del bulevar. Fue muy divertido pues no parábamos de reír cuando realizaban los diferentes pasos y posiciones según les iba indicando el bailarín.

Posteriormente continuamos el recorrido por las pintorescas calles, pasando por el Antiguo Mercado de Boca. Recuerdo que había estatuas al estilo de caricaturas de ciertos personajes y representantes de la nación en los balcones de algunas edificaciones. Hay que decir que el ambiente era insuperable.

Después de un suculento almuerzo, proseguimos hacia el Estadio de fútbol de Boca Juniors, ubicado en pleno barrio, se erguía muy imponente, todo un símbolo. En el corredor de acceso se podía apreciar una especie de hall de la fama con las estrellas de los jugadores históricos más emblemáticos del equipo, entre ellos Diego Armando Maradona y Martín Palermo.

Luego ingresamos al recinto y dimos un tour por el Museo de la Pasión Boquense, donde se pueden apreciar artículos, uniformes y estatuas de varios de los jugadores del club, así como también las reseñas de los campeonatos y logros del equipo.

Al término de un día muy movido, regresamos finalmente a la posada, cenamos y fuimos a descansar, para así recobrar energías y estar listas para una nueva jornada.