El mundo en un párrafo - Lucas, sus luchas con la hidra

En esta entrega nos sumergiremos en el complejo mundo del realismo y lo fantástico del escritor Julio Cortázar, quien fue una de las principales figuras de lo que fue llamado el bum de la literatura latinoamericana que surgió en la década de los años sesenta. He seleccionado uno de sus cuentos llamado Lucas, sus luchas con la hidra; este fue tomado de una colección de cuentos completos de la editorial Punto de lectura .

Siento una gran admiración por este escritor que aunque nació en Bélgica y murió en Francia siempre se consideró argentino, inclusive escribió algunos tangos (particularmente me encanta Veredas de Buenos Aires). Los escritos de Cortazar son para mí un desafío, sé que dentro de ellos hay cosas maravillosas que deben ser descubiertas, leer a Cortázar no es fácil, al menos para mí, muchos de sus cuentos debo leerlos y releerlos varias veces, generalmente logro comprenderlos o darles una interpretación, quizás muy personal, que me satisface bastante. Pero hay otros cuentos que no logro entender, sus escritos son simplemente geniales, y en su gran mayoría sus cuentos van más allá de la realidad, aunque como él mismo lo ha dicho en varias oportunidades, la verdad va más allá de lo que nosotros creemos, lo que la persona común considera fantástico para Cortázar no lo es, esos eventos que le damos un carácter especial y hasta escandalosos el escritor lo ve como algo normal, y esto ha sido una constante en su vida desde que era niño.

Este cuento que analizo en esta oportunidad creo haberlo entendido bastante, es un cuento corto en el que podremos descubrir los mundos que hay en sus extraordinarios y a veces confusos párrafos.

Lucas, sus luchas con la hidra.

El cuento comienza con la siguiente línea:

Ahora que se va poniendo viejo se da cuenta de que no es fácil matarla [a la hidra]

La Hidra de Lerna es un monstruo de la mitología griega el cual poseía varias cabezas, entre siete o nueve, incluso algunas fuentes dicen que podría tener hasta cien. Cada cabeza de la hidra es en este caso un hábito, una manía o algún ritual que posee este señor, en realidad Lucas es un alter ego de Cortázar. Algunas personas (yo me incluyo) a medida que envejecen se vuelven algo maniáticas con sus cosas y hábitos rutinarios, esto es precisamente lo que le ocurre a Lucas quien ahora quiere deshacerse de esa forma de ser suya matando a la hidra.

Luego sigue el siguiente párrafo:

Ser una hidra es fácil pero matarla no, porque si bien hay que matar a la hidra cortándole sus numerosas cabezas, es preciso dejarle por lo menos una, puesto que la hidra es el mismo Lucas y lo que él quiere es salir de la hidra pero quedarse en Lucas, pasar de lo poli a lo unicéfalo... Una cosa es matar a la hidra y otra ser esa hidra que alguna vez fue solamente Lucas y quiere volver a serlo.

Acá se manifiesta el deseo de Lucas de quitarse esos hábitos o manías que de alguna manera considera innecesarios o fastidiosos, cada cabeza representa una de esas manías pero no puede cortarlas todas ya que como claramente lo dice el párrafo la hidra es el mismo Lucas quien quiere volver a ser como antes, un hombre despreocupado en su forma de ser que no tenía protocolos o detalles innecesarios en su vida cotidiana. Esas cabezas o hábitos crecieron en él al principio sin darse cuenta, luego, ya a cierta edad, se percata que se ha vuelto un hombre con un número considerable de manías y ritos que ahora forman parte de su personalidad.

Luego el párrafo continúa.

... Por ejemplo, le das un tajo en la cabeza que colecciona discos, y le das otro en la que invariablemente pone la pipa al lado izquierdo del escritorio y el vaso con lápices de fieltro a la derecha y un poco atrás. Se trata ahora de apreciar los resultados.

Lucas ha logrado quitarse dos de sus manías, una de ellas la de coleccionar discos. Muchos de nosotros recolectamos o coleccionamos cosas, pero esta costumbre puede a veces volverse obsesiva, hemos visto por la televisión programas donde tratan clínicamente a personas que recolectan de todo, libros, cajas, vasos, periódicos; en fin, toda clase de objetos, a tal punto que no caben en sus casas. Pero este no es, al menos, el caso de Lucas, él simplemente le gustan algunos discos y los colecciona, al igual que muchos de nosotros coleccionamos algo, en mi caso, me gusta comprar libros (aunque en tiempos recientes mi situación económica no me lo ha permitido), lo cierto es que como vivo en una casa pequeña ya los libros no caben en el pequeño estante que me sirve de biblioteca, entonces procedo a ponerlos encima de la nevera o de la mesa, esto crea cierto desorden en la casa y mi esposa me dice que me deshaga de esos libros o me los lleve para otro lado. Estoy seguro que a muchos de ustedes le ocurre algo similar con algún objeto o cosa en particular, ya sean herramientas, piezas de autos, en fin cualquier cosa. ¿Verdad que es difícil matar esa cabeza?, quizás tu no puedas matarla, ¡pero tu pareja a lo mejor sí!

La otra costumbre que ha logrado matar Lucas es un poco más sutil y menos apreciable por las demás personas, y es esa de colocar siempre las cosas en un lugar específico, en este caso nos referimos a la pipa y el vaso donde coloca los lápices. Muchos de nosotros probablemente colocamos los objetos que usamos diariamente en el mismo lugar, y cuando alguien nos los mueve de allí nos sentimos incómodos o no los conseguimos. Yo por ejemplo siempre quiero escribir en un sitio específico de mi casa y muy pocas veces cambio de lugar, tengo por cierto, también un envase en el que tengo varios lápices y bolígrafos, uno siempre quiere que las cosas estén en su sitio, y en este caso pienso que es un buen hábito.

Luego Lucas continúa cortando cabezas de la hidra, una por una, ya casi las ha matado a todas y por lo tanto se acerca cada vez más a sí mismo, a ese Lucas sin manías y despreocupado. En medio de ese afán de cortar cabezas a ese monstruo que lo incomoda Lucas es interrumpido por una llamada telefónica de Claudine [quizás su novia] quien le pide a Lucas ir al cine a ver una película de Woody Allen, entonces el párrafo continúa así:

“Por lo visto Lucas no ha cortado las cabezas en el orden ontológico que corresponde puesto que su primera reacción es no, de ninguna manera, Claudine hierve como un cangrejito del otro lado [del teléfono], Woody Allen Woody Allen, y Lucas nena, no me apures si me quieres sacar bueno... comprende que hay valores y valores. Cuando del otro lado dejan caer el Annapurna en forma de receptor en la horquilla, Lucas comprende que le hubiera convenido matar primero a la cabeza que ordena, acata y jerarquiza el tiempo, tal vez así todo se hubiera aflojado de golpe...

Acá comienza una crisis en la empresa de Lucas de cortar cabezas, esa interrupción de la chica y la invitación al cine lo ponen en una situación difícil, cuando Cortázar dice que Lucas no ha cortado las cabezas en un orden ontológico es precisamente por el hecho de que hay cosas en su mente que son primordiales, que tienen una jerarquía mayor en sus costumbres, Claudine se enoja ante la negativa de Lucas de ir al cine con ella y tira el teléfono, en este parte Cortazar usa la palabra Annapurna, esta es una de las montañas del Himalaya, y compara a esta con el receptor del teléfono que Claudine deja caer sobre la horquilla del mismo, debemos recordar que este es un teléfono antiguo.

Notas.
1.- Woody Allen es un famoso director y humorista norteamericano ganador de cuatro Premios Oscar. Sus películas fueron muy famosas en los años setenta y principios de los ochenta, al parecer a Cortázar le gustaban sus películas ya que hace referencia al famoso y polémico director en varias ocasiones, principalmente en sus clases y charlas (Ver Clases de Literatura de Julio Cortázar).
2.- Particularmente esa comparación que hace el escritor del receptor del teléfono con la montaña Annapurna me desconcierta un poco.

Luego el párrafo continúa

... Ya es tarde, ya no Claudine, ya ni siquiera palabras para seguir contando la batalla puesto que no hay batalla, qué cabeza cortar si siempre quedará otra más autoritaria, es hora de contestar la correspondencia atrasada, dentro de diez minutos el scotch con sus hielitos y su sodita...

El cuento termina con la clara descripción de que todas las cabezas han vuelto a crecerle a Lucas, éste vuelto a sus costumbres, a sus hábitos y rituales. Particularmente yo estoy contento con mis cabezas, con mi propia hidra, de hecho a medida que envejecemos más cabezas nos crecerán. Incluso he leido que cuando a la hidra se le cortaba una cabeza en su lugar crecían dos, imagínese si eso nos llegara a pasar con nuestras manías y hábitos .

Y usted querido lector, ¿está contento con sus cabezas, con su hidra?

Fuente del libro: Julio Cortázar. Cuentos Completos/3. Punto de lectura. Colombia 2008.

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