El Artefacto - Relato Corto

Susy llegó por la noche muy cansada a su casa, pero no podía acostarse a dormir, tenía un examen por la mañana en la universidad y debía estudiar dos temas que le faltaban. Se preparó un café mientras tenía en sus manos un cuaderno y varios libros sobre la mesa.

Tomó la taza de café, la acercó a su nariz para percibir su aroma y comenzó a tomarse el líquido poco a poco, la estimulante bebida le animó el espíritu y le dio energía para estudiar. Mientras Susy tomaba su café y leía sus notas, pudo notar como se formaban ondas circulares sobre la negra bebida que le quedaba en la taza; luego escuchó un extraño ruido, el sonido era agudo y con poca intensidad, Susy pensó al principio que la fuente del ruido provenía del interior de sus oídos, así que se los tapó con sus dedos índices y entonces el ruido desapareció, dándose cuenta de que el sonido provenía del exterior.

El ruido era algo estridente como el que produce la estática de algunos aparatos electrónicos, Susy nunca había escuchado algo parecido y buscaba de donde provenía, se acercó a la ventana y percibió que el ruido aumentaba su intensidad. Abrió el vidrio y se percató de que el sonido provenía de la casa vecina, por alguna razón sentía una fuerte atracción hacia la fuente de las extrañas ondas sonoras, así que salió de su casa y se dejó llevar. Caminaba como una autómata, se acercó a la puerta corrediza de la cochera, miró por una angosta pero larga rendija y miró hacia el interior, allí vio un aparato parecido a un antiguo radio.

Repentinamente la puerta de la cochera comenzó a abrirse, Susy dio un salto hacia atrás pero esperó que se abriera por completo, observó el aparato que continuamente emitía ese sonido que la hipnotizaba, que la atraía hacia su fuente, Susy no podía contenerse, se acercó poco a poco sin importarle si sus vecinos la veían invadiendo su propiedad y sus ojos se clavaron en el extraño emisor. Se acercaba cada vez más, los decibeles del ruido aumentaron a tal punto que Susy tuvo que taparse los oídos, pero esta vez el sonido no disminuía. Abrió su boca tratando de atenuar el sonido, comenzó a gritar y sin poder más perdió en conocimiento.

Susy despertó en su cama, pensó que todo lo ocurrido había sido un sueño, miró la hora y se dio cuenta que eran las seis de la mañana, recordó su examen, y trataba de recordar cuando se había acostado a dormir pero sólo recordaba la experiencia que había tenido con el sonido y el aparato. Se vistió y al salir de su casa miró hacia la cochera de sus vecinos, esa en la que en su supuesto sueño ella había entrado y visto ese artefacto cuyo sonido la hizo desmayar, pero no observó nada extraño. Se fue a su universidad, allí entró al salón de clases y sentó en su pupitre, el profesor entregó las pruebas y Susy leyó las preguntas, las respondió todas muy rápidamente, a pesar de no recordar que lo había estudiado todo.

Susy se convirtió repentinamente de una estudiante promedio a ser la mejor de la universidad, ella nunca supo si su increíble aumento en su coeficiente intelectual fue producto de eso que le ocurrió, de esa insólita experiencia que se enmascaraba entre los sueños y la realidad.