Mi gran día en la cueva del Guacharo (Caripe) después de un traumático accidente en el pasado (+fotos)
¿A quien no le gusta viajar?. A la gran mayoría (contándome) le encanta viajar a lugares que no frecuentan para disfrutar de algo diferente a lo que acostumbramos, es decir, romper esa rutina habitual.
Últimamente no he podido publicar porque he estado enferma y es algo que me corta muchísimo las energías y motivación, pero el domingo pasado a mis padres les dio ganas de ir a Caripe y por supuesto no me iba a negar porque me gusta un montón visitar tal sitio.
Es muy extraño que se hayan motivado porque cuando íbamos a visitar la Cueva del Guacharo por 3era vez, un carro chocó al nuestro muy feo. Íbamos muy felices hablando de un ramo enorme de lechugas que compraron mis padres en el camino cuando en una curva un carro venía en el carril que no le correspondía y casi nos choca de frente (nos chocó al lado gracias a mi papá).
Aunque por los cinturones de seguridad no nos lastimamos (solo unos raspones y dolores), fue muy aterrador porque estábamos en un sitio desconocido y sería el colmo que nos chocaran allí, un lugar sin cobertura y solitario; solo monte y culebra como dirían algunos.
Algo ilógico es que por la posición en la que quedó el carro, no podía darle paso a otros que querían pasar, allí estaba una ambulancia, ¿y sabes lo que hicieron los que estaban dentro de ésta?, en vez de bajarse a ver si estábamos bien, se devolvieron, jajaja, sin siquiera chequear, vivaa.
En esa ocasión mis padres resolvieron para irnos de vuelta a Cumaná, nuestra casa, con el carro destruido a un lado. Llegamos aproximadamente a las 11 de la noche.
Realmente fue una experiencia que no quiero volver a vivir, quedamos un poco asustados después de eso, aunque no nos impidió ir una 4ta vez.
Esta cuarta vez fue estupenda y nos llevamos a Héctor. Al principio Reymar no se sentía bien porque al igual que yo, está enferma (cuando se enferma una, se enferman las dos), aunque claramente no importa si está enferma, debe posar para las fotos, jaja.
En el camino además de encontrarnos con un clima helado al que no estamos acostumbrados, habían paisajes muy bonitos.
Al cabo de hora y media en camino, ¡Llegamos al estado Monagas!. No pudimos evitar pararnos y fotografíar estas bellezas.
Ya al estar en Monagas, no faltaba mucho para llegar a Caripe. Nuevamente nos acomodamos en el carro, desayunamos y nos enfocamos en llegar a nuestro destino. Realmente el viaje es un poco largo y pesado, pero todo para visitar este sitio tan bonito.
En el camino pasamos por esta escuela del ejercito. Cuenta mi papá (que estudió allí y se graduó de militar), que los ejercicios eran extremos por ser de operaciones especiales. Ahora aparentemente ya no es tan fuerte como en el pasado
Ya en Caripe al fin, nuevamente nos bajamos a estirar las piernas y tirarnos fotos en este bonito monumento.
Ya no faltaba nada para llegar, un par de minutos y listo, ya estábamos listos para explorar esa cueva.
¿Ven a esa mujer?, esa señorita fue nuestra guía.
Ya al escoger nuestras botas, ya era el momento de la verdad, nótese mi emoción.
Lamentablemente dentro de la cueva no se pueden lanzar fotografías para proteger a los Guacharos. El paseo dura aproximadamente 1 hora y el día de hoy son solo 820 metros los que el público puede recorrer. Hace unos años atrás tuve la experiencia de llegar hasta los 1200 metros pero ahorita está en remodelación, aparentemente. Solo pude lanzar esta foto de regreso.
Es realmente genial, poco a poco te van contando sobre la cueva y los primeros habitantes que la veneraban, los Chaimas. Un dato que me gustó bastante es que estos indígenas tenían la creencia de que al morir, si hiciste el bien en la tierra salías de la cueva como una mariposa azul, en cambio si hacías el mal, te volverías estalagmita o estalactita de la cueva y serías atormentado de por vida por el grito de los guácharos (son muy ruidosos). Por esto ellos solo permitían el paso hasta los 420 metros, para no perturbar a las almas que permanecían allí.
El hombre que dió a conocer la cueva a nivel mundial fué el explorador Alejandro Von Humboldt, se puede observar que le tienen respeto porque dentro de la cueva a los 472 metros hay una placa que indica que llegó hasta allí.
Ya al regresar no pudimos evitar pasar por el pueblo y comer unas ricas fresas con crema.
Escultura de un Guacharo
El señor conductor, mi papá, disfrutando de sus fresas con crema
Ya al momento de partir de nuevo a Cumaná, algo que nos impresiono es que había mucha niebla, primera vez que presencio tal cosa. Poco a poco, fuimos de vuelta a nuestra casa a descansar de nuestra aventura.
Indudablemente me encantó ese día. Quise poner más fotografías pero no debo excederme en el post, espero que les haya gustado :).
Que buenas fotos, me gusto mucho tu post.
Me alegro que le haya gustado, un saludo :).
Excelente post!! Muy bellas fotografías!! Tuve la oportunidad de visitar la cueva y es un espectáculo... Una belleza mas de nuestro país.. Saludos!!
Es realmente fascinante, tanto niños como adultos disfrutan de tal sitio, muchas gracias por leer :)
¡Que buen post! Me gustaron mucho las fotografías y como narrabas todo. Venezuela es bellísima, a mi aún me falta mucho por recorrer. ¡Saludos!
Así es, Venezuela tiene un poquito de todo, es inaburrible. Te recomiendo mucho visitar la cueva del Guácharo, gracias por comentar :)
Wow tanto tiempo sin ir a las cueva tengo como 15 años que no voy que tal están las instalaciones etc el cuidado del parque y de la cueva ?
En mi parecer sigue bien cuidado el espacio, bonito y verde. Algo que noté es que ya no había tanta gente como antes, quizás sea por la hora y la temporada en la que la visitamos. Me gustó mucho el hecho de que al comprar la entrada (costó 900bsF), también te dan las botas, antes era algo a parte, ahora está incluido y no es necesario ensuciar nuestros zapatos con barro, jeje. Lástima que ahora la cámara del silencio está cerrada y solo se llegue a los 820 metros, esperemos que la abran nuevamente para todo público.
Maravilloso viaje ya quiero que se repita :S
Igualmente espero ansiosa