Las tres llamadas que me robaron el sueño.

Luego de pasar el rato viendo películas en la Tv, decido que ya es hora de acostarme a dormir, ya que debía madrugar para asistir al trabajo y luego a las clases nocturnas.

Estaba dormido plácidamente cuando una llamada a las 2:00 am me despertó, al contestar una mujer bastante alterada y llorando me dice que Roberto había muerto. Salte de la cama, sentí como el cuerpo se me erizaba y el corazón comenzaba a palpitar fuertemente, luego se me vino a la mente que yo no conocía a ningún Roberto. La mujer me decía llorando y angustiada que se había estrellado contra un muro, pero cada vez que intentaba explicarle que hablaba con la persona incorrecta, ella seguía explicándome toda desesperada como había ocurrido el accidente.

Yo estaba incomodo, un poco asustado todavía y no sabía qué hacer, lo que entendía y me hacía parecer es que la llamaron diciéndole que esa persona había tenido un accidente y cuando llego a la escena y vio a Roberto muerto entro en shock. Entendiendo su situación, y escucharla toda angustiada, decidí continuar escuchándola y ayudarla en lo que debía hacer ya que no me dejaba decirle que yo no era la persona con la cual ella quizás pensaba que estaba hablando.

Supuse o imaginaba que ella era la esposa o cónyuge de Roberto. Le comencé a decir que debía calmarse, que debía ser fuerte y comenzar a decidir lo que debía hacer en esa situación. Le dije que debía llamar a los padres de Roberto y explicarles lo que había ocurrido de manera que ellos lo pudieran asimilar, mientras yo pensaba como se podía asimilar tal situación, por lo que le dije que hablara con el padre primero antes que con la madre. Y que para ello, ella primero debía calmarse. Al estar un poco más tranquila, me agradeció por ayudarla. Al parecer algún oficial la llamo, y ella debía colgar.

El accidente había ocurrido en una calle muy transitada en la ciudad de Anaco, el carro se había estrellado contra un muro, y Roberto no llevaba su cinturón de seguridad, por lo que el impacto lo dejó muerto en el acto, se presumía el exceso de velocidad.

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Aquella llamada me dejo el cuerpo temblando, estaba asustado y pensaba: Dios mío será que si lo conozco, pero estaba completamente seguro de que no conocía a nadie con ese nombre. Como se me había pasado el sueño ante semejante llamada, me dispuse a buscar algo en la Tv para ver, encontré una serie sobre problemas bullying y de cómo una chica se había quitado la vida, me pareció bastante interesante y me puse a verla. Minutos después volvió a llamar aquella mujer.

Me comento que hizo todo tal cual le había aconsejado, el padre de Roberto se puso a llorar, pero se controló rápido y sugirió hablar con el abogado de la familia sobre el caso, dijo que a la mama la escucho de lejos gritando y llorando, decía que ese no era su hijo y lloraba desesperada. Yo tenía un nudo en la garganta, nunca estamos preparados ante semejante noticia. Continuo diciéndome que el abogado iba hasta allá y que esperarían los informes del instituto de tránsito y de los oficiales que llegaron a la escena. Esta vez, ella estaba más calmada, aunque se le escuchaba aun asustada y llorando poco. Me volvió a colgar.

Me imagine a mis padres ante tal situación y se me salieron algunas lágrimas, tome un té, y continúe viendo la serie. La chica que se suicidó había estado sometida a abusos y maltratos por sus compañeros de clases, y al estar traumatizada por esas escenas donde fue víctima, decidió quitarse a vida, y dejar las razones del porque lo había hecho en unos casetes y entregarlos a los abusivos para que supieran que habían sido responsables de su muerte.

Al rato recibí la tercera llamada, ya todo estaba bajo control, el abogado estaba con ella y los oficiales estaban haciendo todos los procedimientos para entregarles el cuerpo. Sus padres estaban en la escena, totalmente devastados. Me dijo que iría a su casa, a darse una ducha y luego regresar a la funeraria. Ella se despidió diciendo algo que me dejó pensativo y un poco confundido, me dijo: te llamo al rato, te amo. Yo solo le respondí: Yo también.

No llamo más, me imagino que se dio cuenta de que había estado hablando con la persona equivocada.
Termino la serie y me acosté de nuevo. Desperté y llegue al trabajo, cansado por no haber dormido bien, como tenía muchas cosas pendiente, la mañana se fue rápido.

Se hicieron las doce y me fui al comedor, en ese momento uno de los empleados estaba hablando sobre el accidente. Lo que entendía es que el conocía a la persona, y por los detalles que dio, era evidente que era el accidente que me desvelo y en el cual había muerto Roberto.

Fue entonces cuando escuche algo que me dejo consternado, al empleado le había contado lo sucedido un familiar de la viuda. Según, Roberto descubrió que su esposa lo engañaba y este había salido a esa hora a toda velocidad en su carro lleno de amargura y se estrelló de forma intencional contra aquel muro.