Años atrás, el alcoholismo era una adicción que en apariencia era un problema masculino. No era un secreto que ellos buscaban un calmante, para así hacerle frente a las presiones del trabajo al igual que la de las familias. Se volvió casi normal en los almuerzos y cenas tomar "una copa" para conversar o hacer algún negocio.

Luego cuando la mujer comenzó a integrarse en el mundo profesional, y a participar en eventos sociales, se hizo normal que las damas, consumieran alcohol para aliviar las tensiones, del día a día, y como todo en exceso es dañino, se comenzó a abusar del uso del alcohol.

Aquí escribo con la experiencia de haber trabajado muchos años en el ámbito financiero, donde siempre había muchas reuniones de trabajo, que se llevaban a cabo después del horario habitual de oficina, y casi siempre terminábamos en algún restaurante de moda y apenas nos sentábamos, siempre algún cliente nos brindaba una copa.

Sandra, que me acompaña al escribir esta nota me comenta, "Si rechazabas la copa o el trago, te miraban como un (bicho raro) o eras antisocial" y uno para no quedar mal ante los ojos de los compañeros, aceptaba la copa. Todos se confabulaban para que tomaras y siempre decían "tomate uno solo," después de uno viene el otro trago.

Actualmente, el alcoholismo no discrimina, pues es dañino tanto a la mujer como el hombre, por igual. Sin embargo en las mujeres las consecuencias, del consumo del alcohol son mucho más serias y diferentes, sobre todo que lo tomamos como un problema oculto que preferimos ignorar.

En las mujeres aun cuando las cantidades consumida sean pequeñas, este afecta de manera diferente nuestro organismo, y poco a poco si no lo controlamos se vuelve un problema oculto, que preferimos ignorar. El único paso para vencerlo es reconocerlo.

Fuente: https://www.freepik.es/foto-gratis/mujeres-bebiendo-alcohol-en-el-sofa_2110892.htm