Mientras descansamos

Descansamos en el sofá de tu apartamento, sobre mis piernas reposa tu cabeza. La tv muestra series sin sentido, o yo no le presto atención, mi atención está puesta en ti.

Mis manos acarician tu barba, esa barba que prohíbes crecer, pero cuando planificamos nuestro encuentro dejas crecer porque sabes que me encanta su roce en mi cara, en mi espalda, en mi piel.

Mis dedos tocan suavemente tus pestañas, nariz, y el grosor de tu boca, esa boca que susurra palabra obscenas cuando me posee, y a la vez dice palabras tiernas cuando piensas que estoy dormida.

Mis manos acarician tu cabello, una y otra vez, de una manera tierna y de repente tomo de manera violenta tirando de el para alzar tu rostro y robarte un beso. Tu sonríes, sabes lo que quiero.

Mis manos acarician tu pecho, ese pecho que me estremece por sentir la cantidad de vellos que hay en el, y en el cual descanso luego de entregarnos al placer. Mis manos siguen acariciando tu piel hasta llegar a tu pene, que esta deseoso de salir de tu boxer. Sin tu oponerte lo libero, para tomarlo con mi mano y masturbarlo de abajo a arriba y de arriba abajo, tu cierras los ojos y te entregas al placer que te estoy brindando, tu respiración se acelera poco a poco, mis manos no dejan de darte placer al ritmo que les doy, te retuerces entre mis piernas hasta que en mis manos se llenan de tus fluidos mientras susurras mi nombre.