LA RECETA PARA EL CAOS 😅 El Final
¡Tercera y última parte!
Optamos por regresar sobre nuestros pasos y buscar un buen pozo para por lo menos disfrutar un poco más del lugar.
Mientras tanto a Armando se le ocurrió la brillante idea de lanzar rocas al agua para salpicar o yo qué sé, pero obviamente terminó mal, Miller por seguirle el juego lanzó una que rebotó y le pegó a Jimmy en la rodilla, y no eran precisamente rocas pequeñas, así qué debió doler bastante…
Nos instalamos en un pozo cercano al lugar por el que debíamos subir para volver a la civilización, allí nos bañamos (o la mayoría de nosotros) en esa agua helada, la más fría que jamás he conocido, perfecta para olvidar todos los morados, cortadas, quemadas y dolores que sumamos en el recorrido.
Después de todo lo importante es disfrutar la experiencia.
Media hora estuvimos allí descansando, pero ya eran las cuatro y era tiempo de regresar.
Encontramos el camino que habíamos usado en nuestra primera visita a Guarín, así que no tuvimos que volver a pasar por el lugar donde sentí mi alma dejar mi cuerpo, este camino era una alfombra roja comparado con el que habíamos usado para bajar, estaba limpio y se notaba que alguien lo usaba con frecuencia, inclusive había un mini huerto a un lado, yo estaba muy feliz de haberlo encontrado pero seguía sin creer que Armando no lo hubiese visto desde el desvío, era perfecto, no había pérdida, da hasta risa pensar que bajamos tan accidentadamente solo por un par de metros de diferencia.
Tardamos 50 minutos en salir de la selva y los potreros para regresar a las empinadas regresivas, ¡nunca había estado tan feliz de salir de una montaña! En serio, todavía nos faltaba medio camino de regreso pero yo ya daba por hecho que había sobrevivido a ese día tan loco.
Otra hora se nos fue en llegar al barranco, ellos estaban más nerviosos que yo cuando dejé la cámara en el otro borde para tomar la foto, no saben que desde que se me cayó ya no la dejo sola sin tener todo fríamente calculado. Tal vez incluso disfrute las alturas tanto como yo.
¡Sobrevivimos!
Bueno ya, vámonos de aquí.
Cuando llegamos a la parada de las busetas nos sentamos a esperarla, pero nos dimos cuenta de que ya iban a ser las 7 y que la posibilidad de que pasara era casi nula, así que empezamos a bajar por la carretera principal para por lo menos no quedar tan lejos cuando oscureciera, pero no llevábamos ni 10 minutos caminando cuando vimos que más adelante al otro lado de la calle había un grupo de chamos con toda la pinta de malandros.
¡Era el colmo que nos fueran a robar!
Cuando ya estábamos casi demasiado cerca milagrosamente bajó una buseta, todos alzamos la mano para que parara, y así lo hizo a pesar de estar fuera de servicio, obviamente el conductor nos cobró más de lo normal pero no nos molestó, estábamos aliviados de haber evitado aquella posible infortunada situación.
Miller se ofreció a darnos la cola hasta Táriba, ¿cómo nos ibamos a negar? pero no lo pensamos bien, eso significaba tener que caminar hasta la casa de Andrés, ¿recuerdan el principio de la historia? Bueno, en el momentos nos dijo que eran “seis o siete cuadras”, sonaba aceptable aunque con el agotamiento que llevábamos cada paso costaba un poco más. Nos bajamos de la buseta solo unas cuantas cuadras después, por supuesto super agradecidos con el señor que había decidido salvarnos.
Empezamos a caminar y a caminar y a caminaaaaaaaaaaar, ¿seis cuadras? ni cerca, no sabíamos si quiera cómo se contaban las cuadras en ese lugar, era un barrio lleno de curvas, subidas y bajadas que terminó por allá muy lejos en un puente de guerra, donde había que subir otro tramo y pasar otro puente hasta que por fin llegamos, ¿saben quién va a volver a visitar a Andrés? Yo no.
¡Finalmente estábamos en la camioneta de Miller! Íbamos de regreso pasando por Cordero cuando la mamá del susodicho llamó a mi celular, muy preocupada por su hijo, y no la culpo, era tardísimo y él ni señales de vida había dado.
Consejo: Siempre avísenles a sus mamás que están bien, es todo lo que realmente necesitan.
Llegamos a Táriba muy rápido lo cual es extraño debido a la típica cola de Las Vegas, nos despedimos de Alejandro, Emanuel y Miller, a Gabriel ya habían llegado a buscarlo y quedé con Antonio, quién estaba desamparado, su última buseta acababa de pasar y no lo podían buscar, terrible suerte para el final del día, peeeeero mi mamá se apiadó de él y le dimos la cola DE NUEVO hasta Las Vegas, sí, acabábamos de pasar por ahí, pero el muchacho iba dormido o qué sé yo… Él agarró un taxi y nosotras llegamos a casa.
¡TODOS ESTÁBAMOS EN UNA PIEZA!
Esa noche me fui a dormir muy feliz de estar viva, por más dramático que parezca, de verdad me sentí muy cerca de la muerte cuando me caí, para mí que todos hayamos vuelto a casa sanos y salvos fue la mayor recompensa del día.
Congratulations! This post has been upvoted from the communal account, @minnowsupport, by paolapernia from the Minnow Support Project. It's a witness project run by aggroed, ausbitbank, teamsteem, someguy123, neoxian, followbtcnews, and netuoso. The goal is to help Steemit grow by supporting Minnows. Please find us at the Peace, Abundance, and Liberty Network (PALnet) Discord Channel. It's a completely public and open space to all members of the Steemit community who voluntarily choose to be there.
If you would like to delegate to the Minnow Support Project you can do so by clicking on the following links: 50SP, 100SP, 250SP, 500SP, 1000SP, 5000SP.
Be sure to leave at least 50SP undelegated on your account.
Hola, hola ¡Gracias por el apoyo a mi contenido!