Por naturaleza humana, en ciertos momentos de nuestra vida es seguro que perdamos la paciencia. Después de todo, algo que queda muy claro de esta experiencia es que, los seres humanos tenemos límites para todo, incluso cuando debemos esperar que ocurra algo. Sin embargo, hay un grupo de personas que sufren intensamente por la incertidumbre que sienten en estas circunstancias y, esto quiere decir que tiene poca o en su defecto, ningún nivel de paciencia.

  Desarrollar el arte de esperar o soportar la ambigüedad, es una clave muy importante para poder disfrutar el bienestar. Por el contrario, las personas que son impacientes, tienen problemas a nivel emocional y físico. Debido a esto, lo recomendable es poner en práctica la paciencia y tolerancia porque, los problemas emocionales o físicos, hacen mucho daño en nuestro desarrollo cotidiano.

Importancia de ser paciente

  La máxima académica de la lengua española, mejor conocida como la RAE, nos explica que la paciencia es la capacidad que podemos tener al momento de soportar o en su defecto, padecer una circunstancia sin necesidad de alterarnos. Si seguimos esta línea de ideas, existen varias situaciones en la vida donde la paciencia de los seres humanos está sujeta a muchas pruebas.

  Un ejemplo de lo destacado anteriormente es cuando estamos en un atasco. En esta circunstancia, se aglomeran muchas personas y todos quieren avanzar al mismo tiempo. Una conducta normal en dicha situación es sentirse impaciente. Las personas que demoran en llegar a ese estado, pueden sentirse frustrados, se llenan de ira, angustia o ansiedad.

  Ellos actúan con maniobras de riesgos bajo la intención de ganar más tiempo o en su defecto, aumentan la sensación de controlar la situación que están viviendo. En vista de esto, la explosión de emociones que va a estallar será de impaciencia y, esta no va a ayudar, lo que si hará es generar accidentes.

  Luego de analizar todos estos contextos, es muy sencillo ser paciente y al mismo tiempo, saber cómo serlo visto que, está relacionado con la calma. Las personas que esperan sin llegar al nivel de alterarse, no desarrollan tanto el estrés, frustración o la ansiedad y, esto es muy positivo porque, se contribuye al bienestar saludable.

Claves para desarrollar la paciencia

  La impaciencia es una mala conducta que, con facilidad nos lleva a tomar decisiones erradas y arriesgadas porque, perjudican directamente nuestra salud. Sin embargo, aunque no seamos personas pacientes, podemos educarnos para serlo y, lo mismo ocurre con la tolerancia en circunstancias de incertidumbre.

  Para poder ser una persona paciente, el primer paso que debemos ejecutar es, aceptar la incertidumbre porque, ella forma parte esencial de la vida. Existen pocas cosas de las que, una persona tiene la facultad de tener el control absoluto de la circunstancia y en caso de negarlo, puede producir frustración. Creer que tenemos la posibilidad de controlar todas las conductas, el clima o algún otro factor de ilusión, es un gran error.

  La realidad de todo es que, no podemos engañarnos a nosotros mismos creyendo que podemos controlar todas las circunstancias porque, cuando nos damos cuenta que no es así, inmediatamente sentiremos mucha frustración. Sin embargo, si comprendemos que la vida es totalmente impredecible, nos ayudará a adaptarnos con más fluidez ante cualquier situación que se desarrolle de manera imprevista.

  Si sabemos aprovechar esos momentos de espera, vamos a poder mejorar nuestra paciencia. Imaginemos que estamos en una sala de espera, mientras esperamos que el doctor nos atienda. En este momento, aprovechemos el tiempo y vamos a enviar algún correo electrónico que tenemos pendiente.

  Del mismo modo, pensemos en cómo vamos a comenzar alguna actividad que realizaremos próximamente o, leamos un libro. Esto quiere decir que, podemos realizar acciones que nos desconecten de la sensación de estar perdiendo el tiempo.

  La técnica del mindfulness se deriva de la meditación. Esta práctica nos conecta con el presente, lo que está ocurriendo aquí y en el ahora. Tengamos presente que, la impaciencia está asociada directamente con la ansiedad ya que, ambas circunstancias representan un futuro incierto.

  En consecuencia, cuando aumentamos nuestra concentración en el momento que estamos disfrutando actualmente, tenemos la gran oportunidad de reducir nuestro nivel de angustia. Podemos sumergirnos en el mundo del mindfulness por nuestra cuenta o en su defecto, buscando ayuda profesional.

  El estrés es considerado una tensión fisiológica. Por tal razón, practicar las técnicas de relajación respiratoria y muscular, nos ayuda a probar la paciencia. Mientras más practiquemos estas técnicas, permitiremos que nuestro cerebro deje de asociar la acción de esperar, con la ansiedad y, esta situación nos llevará a estar más calmados.

Mientras más paciencia, más disfrutamos de la vida

  Aparte de las claves que les compartí anteriormente, también podemos pulir ciertos detalles que nos permitirán mejorar con más amplitud nuestro nivel de paciencia y entre ellos destaca:

• Buscar maneras adecuadas a nuestras necesidades para drenar la ansiedad mientras estemos esperando.

• Evita pensar en la lógica que tiene la inmediatez que diariamente nos está abrumando porque, todo requiere de un proceso.

• Seamos realistas con nuestras expectativas.

• Busquemos momentos durante nuestro día para relajarnos, procesemos lo que nos ocurre y, finalmente procedamos a diseñar un plan respecto a lo que no podemos controlar.

  Para finalizar, ser pacientes es indispensable porque, la paciencia nos permite disfrutar y vivir la vida con más plenitud ya que, siempre estamos tranquilos. Recordemos que lo más importante cuando estamos aprendiendo algo, es ser constantes. Si incluimos en nuestra cotidianidad las claves que les comporto en esta publicación, se convertirán en un hábito y manejaremos mejor la paciencia.

Técnicas para ser más pacientes
Herramientas para trabajar la paciencia
¿Cómo ser pacientes?

Las imágenes editadas en esta publicación fueron recreadas por mi en Canva con excepción de las citadas. Los emojis fueron creados por mi en Bitmoji.

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