Terror en VENEZUELA, cuando aumentan los sueldos.

Ya los aumentos de sueldos en Venezuela no emocionan ni alegran al trabajador; solo causan terror, quienes si se alegran son los personeros del gobierno que creen que estas medidas populistas, van a conquistar o persuadir las mentes de los venezolanos, pero la cronología de los últimos aumentos salariales demuestran que cuando se anuncian, le causan al trabajador venezolano una preocupación por los productos que no van a poder comprar más luego, originando compras nerviosas por temor a los nuevos precios y a la escasez. Los aumentos salariales generan incremento en la inflación lo cual impacta en el poder adquisitivo del bolsillo de los trabajadores.

Este nuevo aumento salarial anunciado este domingo 2 de julio, al igual los que se han dado este mismo año, se van a traducir nuevamente en más escasez y desempleo, este se ubica en bolívares 250.531 como salario integral, lo que significa 8.300 Bs. Diarios, que no alcanza para comprar una pasta dental, donde la cesta básica de productos de primera necesidad se ubica en un poco más de Bs. 900.000,00 .

Las condiciones actuales en las que se encuentra Venezuela con baja producción, este incremento salarial hundiría aún más la economía del país, porque propiciaría el cierre de empresas o despidos de trabajadores agravando a un más la situación del desempleo.
Para realizar aumentos de sueldos es necesario tomar en cuenta a todos los sectores productivos del país incluyendo al gremio de los trabajadores en consonancia con el gobierno nacional para afinar las estrategias económicas serias y oportunas y convenientes sobre cualquier aumento, hay que apartar el populismo, porque se entra en un círculo vicioso donde se aumentan los sueldos e inmediatamente aumentan los precios de los productos y a los pocos días un nuevo aumento de sueldos y así sucesivamente y no atacar lo que origina en verdad la inflación.
Es difícil que los empresarios en nuestro país esperen la mano amiga del gobierno, y si se la ofrece, lógicamente es una hipocresía, porque el gobierno apuesta a que las empresas nacionales desaparezcan al considerarla capitalistas y según la doctrina marsista- leninista-cubana, los medios de producción, que son las Empresas, tienen que estar en manos del estado.