The Diary Game: Domingo, 22-10-2023

Buenas tardes a todos los lectores invisibles que pasean por este vericueto tecnológico, buscando publicaciones que puedan leer. Espero de corazón que, si tropezaron con este artículo, sea de su mayor agrado leerlo y compartir su opinión dejando un comentario.

Este domingo, fue un día muy particular; Me desperté y levanté temprano, como ocurre en el 99% de los casos, y decidí, después da bañarme y acicalarme, alistarme porque acompañaría a mi sobrina a la iglesia y tener un domingo diferente.

Permítanme decirles que no tengo problemas en visitar a una comunidad cristiana, independientemente de su posición doctrinal. He visitado templos católicos, evangélicos, de los testigos de Jehová, musulmanes, mormones, y paro de contar, porque más allá de su religión o doctrina, me intereso en la amistad y el amor fraternal que podemos brindarnos.

El servicio, o culto, comenzó a las 10 de la mañana; Obviamente, no debo sacar mi teléfono para tomar fotos porque me parece irrespetuoso, aunque sí lo saqué para buscar algunos pasajes bíblicos que citaban durante el sermón.

Con los años, he aprendido que, jamás estaremos de acuerdo en dos cosas que son parte de la vida y de la sociedad: En la política y la religión, y de estas, parten todas las guerras que han existido en esta nave espacial, que todos llamamos tierra. Así que, trato en lo posible de ni discutir acerca de estos temas, no obstante, no tengo problemas en dar mi opinión, pues las opiniones son exactamente como los ombligos... todos tienen uno y no se parece en nada al de los demás.

Pues bien, cerca de las 12 del mediodía, terminó todo; Como es costumbre en todos los lugares de carácter religioso a los que he ido, comienzan los saludos, los abrazos, y las preguntas de cuál es el nombre, de dónde vengo y qué me pareció todo, y terminado este protocolo, salimos con rumbo a la casa.

Como estaban las 3 niñas con nosotros, propuse llevarlas a la plaza central de la ciudad. Estas plazas llevan por nombre Plaza de Armas, y aunque pueden existir otras plazas, estas son las más concurridas.

La de esta ciudad, Coihueco, tiene un espacio que le hicieron un pequeño parque donde los niños pueden jugar y ejercitarse, tal como muestro en la imagen de portada.

Al hacer la propuesta, las niñas comenzaron la algarabía; La felicidad se reflejaba en sus inocentes rostros y al estacionarnos, salieron corriendo al columpio.

Creo que estuvimos alrededor de una hora detrás de las niñas, evitando que no se fueran a tropezar o a caerse de algún juego, y observe que, la forma de ver las cosas de un papá es totalmente diferente al de una mamá.

Mientras mi sobrina evitaba que hicieran algo que las dañara, su papá y yo, las motivábamos a que rompieran sus propios límites y perdieran el miedo a hacer algo que no habían hecho; Las madres son protectoras, mientras que los padres, buscamos que se fortalezcan yendo más allá de lo que antes habían hecho. Indudablemente, siempre cerca para protegerlas, pero dando libertad a que se puedan equivocar.

_{Plaza de Armas, Coihueco, Chile. 22/10/2023}

La plaza tiene mucho espacio donde hay también mesas de ping-pong, carros de comida rápida, otro lugar donde venden pinchos o brochetas... aquí se les llama anticuchos.

_{Plaza de Armas, Coihueco, Chile. 22/10/2023}

Consultando al señor que los vendía por el nombre de "anticucho" me contó que, en lengua quechua, esta palabra significa "corte de los Andes" haciendo referencia al tipo de corte que se hacía a las carnes para su deshidratación y posterior consumo, o consumo inmediato. Así que, a pesar de que aquí en Chile se le dice anticucho, también entienden cuando uno pide un pincho.

Hasta ellos quisieron probar el columpio, un rato y recordar viejos tiempos.

Luego fuimos donde estaba una estructura para que los niños escalaran; Claro que tuvieron algo de miedo, pero en poco tiempo, ya estaban lo más alto que podían, sin miedo, pero sabiendo que estábamos allí para ayudarlas si resbalaban o les daba miedo cuando se fueran a bajar.

La confianza que podemos generar en los niños, puede hacer que tomen riesgos de una forma más consciente, y de nuestra parte, seremos más responsables, enseñándoles que muchas cosas las pueden hacer solo si se atreven.

Saliendo de allí, nos fuimos donde estaban los sube y baja; Al menos, así conozco este juego. Mirando la escena, recordé cuando niño, jugaba en el parque que el municipio había hecho en un terreno que estaba sin uso. Recuerdo bien que, además de, los sube y baja, había una ruleta, un pequeño laberinto y un tobogán grande y uno pequeño.

Fueron buenos tiempos donde jugábamos cada noche hasta cansarnos.

Con los años, todo cambió; Ahora, ese terreno está lleno de casas que era necesario construir debido a la falta de vivienda, y con ellos, también llegaron más problemas que, en vez de solucionarse, se hicieron parte de la norma.

Durante una hora, estuvieron de un juego a otro, dando carreras y divirtiéndose al máximo. No querían que nos fuéramos, pero había más hambre que ganas de divertirnos. Al final, entendieron que era hora de almorzar, y nos fuimos a la casa, pues, solo faltaba asar el pollo para comer y descansar.

Luego de comer, las niñas a tomar una siesta, para descansar de la intensidad de las niñas, y tomar un descanso también. Luego de dos horas, me levanté y vine a la computadora para leer las notificaciones, interactuar con otros usuarios y buscar dentro de mi mente, algo para publicar en algún concurso.

Luego de eso, quise seguir viendo una serie en Netflix titulada Vikingos; Me vi dos capítulos y decidí que era hora de dormir para levantarme de nuevo temprano para enfrentar, en un nuevo día, los desafíos que el Universo tiene para cada uno de nosotros.

Y si creemos que somos como un imán, entenderemos que cada situación que viene a nuestras vidas, nosotros mismos las atraemos.

Contenido original y totalmente escrito para #steemit por un venezolano en Chile.

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_{Todas las imágenes son mías, a menos que indique lo contrario, tomadas para realizar esta publicación y pueden haber sido editadas con Canva}