Amigos, aquí estamos una vez más prosiguiendo con la brillante iniciativa Arte y escritura que promueve @solperez en esta casa Venezolanos Steem.
En esta vigésima novena edición, que tiene como referente al genial pintor español Don Francisco José de Goya y Lucientes, tomé como inspiración para mi historia su famoso cuadro Saturno devorando a un hijo.

Enlace a la convocatoria.

---

---

Yo escapé de la casa de mis padres y me perdí por los caminos polvorientos que no dejan ver la luz en la distancia. Yo no portaba ninguna lámpara ni ningún estandarte en mis manos porque nada tenía. Solo el deseo de escapar del monstruoso egoísmo de mi padre. Muchas veces yo había presenciado en la semioscuridad del hogar cuando mis hermanos gritaban de dolor entre sus fauces mientras mi madre imploraba a un cielo sucio y miserable que se había vuelto sordo a sus lamentos.

Yo no sé cuánto vagué bajo los rayos tenebrosos de la luna que oculta su vergüenza detrás de las nubes que son tragadas por la noche. En el desierto de mi huida también yo me alimenté de inmundas sabandijas que encontré bajo mis pies. En mi deambular por distintas encrucijadas, brinqué como zamuro al picotear alimañas que me sirvieron de sustento en mi huida procurando escapar de los criminales colmillos de mi padre.

Mas, también yo puse semillas en el vientre de una mujer muy parecida a mi madre. Escuché en todo momento como reñían por mí todos mis demonios entre sí. Algunos demandaban mi alma retorciendo sogas entre las ramas desnudas de árboles decrépitos. Otros, reclamando mi cuerpo, me llamaban desesperadamente al borde de precipicios pronunciados. Los demás, los más crueles, los más violentos, peleaban a cuchillo dentro de mí desgarrando mi estómago con sus brutales aceros y derramaban mis líquidos, embriagábanse de mi mala sangre y luego la vomitaban ruidosamente.

Al llegar a la edad de mi padre yo divisé una construcción que me pareció la ruina de un oratorio antiguo y me enterré debajo de las piedras para resguardarme de la atroz estación a la intemperie que me robaba el aliento. Cerré los ojos un instante y allí me encontré. Mi madre había muerto pronunciando mi nombre y mi padre me había esperado siempre entre esas piedras fundacionales.

Supe en ese momento que de tanto huir había regresado a mi único hogar. Fue en el seno de ese templo inmortal donde descubrí que cuando creí estar lejos de él, aun cuando yo quise alejarme de su voracidad, aun cuando hubiesen pasado siglos mi padre seguía bebiéndose el licor de mi sangre. En este santuario del tiempo yo vivo ahora dentro de mi padre devorando a mis hijos eternamente.

La fotografía de portada
es proporcionada por @solperez
para el concurso

Invito a participar a @margoth

_{Publicación configurada para otorgar el 15%
a la Cuenta Comunitaria @venezolanos.
Agradecido estoy con esta fraternal comunidad,
con @marcybetancourt y sus moderadores.}