Hola querido diario Steem, existen momentos en nuestras vidas que por muchas circunstancias no podemos compartir, pero siempre llega el momento de remembrar de una forma placentera. Como me sucedió el domingo pasado, mucho entusiasmo para compartir con los papis de la casa, un quesillo, un sancochito como decimos los venezolanos y algunos detalles, pero eso si, con mucho cariño y amor para todos. Lo malo es que estuvimos medio día sin electricidad.

Nos despertamos temprano y nos activamos para preparar la comida, puse las costillas ablandar, pelar las verduras, preparar un quesillo para acompañar un pudin de pan y a enfriar unas espumocitas. Algo de llovizna para variar, pero nada que interrumpiera nuestros planes. Mi hijo, su padre y el esposo de mi hija. Acá les muestro el caramelo para el quesillo.

En el caney la sopa o sancocho listo para servir, hay un aroma delicioso en toda mi casa. Los padres acomodándose para disfrutar de la rica comida y yo mega sudada del calor que hacia en el fogón del caney.

A media tarde y entre bebidas un dulcito no caía mal. Unas ricas donas para celebrar, los niños ni las dejaron solitas ja ja jaj, súper deliciosas. Las hace una exalumna seis por un dólar. Genial.

Así transcurre nuestro domingo en familia, comiendo y compartiendo, Luego de comer, escuchamos algo de música, ya que las más esperada llegó a las 6 de la tarde, pero dejó el internet en la vía. Bueno alli seguimos resilientes y tranquilitos. A eso de las 10 de la noche me di un baño y a dormir, súper agotada pero muy feliz por el momento vivido. Gracias a Dios por permitirme disfrutarlos.