3 biólogos están explorando una selva inexplorada cuando de repente son capturados por los nativos.
Los nativos los atan y llevan a los tres hombres a la aldea, donde los llevan ante el jefe.
El cacique les dice: "Habéis invadido nuestra tierra sagrada y, por tanto, debéis ser castigados. Tenéis una oportunidad de salvaros de la muerte. Id a la selva y buscad fruta. Volved aquí con los primeros frutos que encontréis, y entonces podréis salvar vuestras vidas. Tratad de huir, y mis cazadores os encontrarán y os matarán".
Y con eso, los hombres son liberados para buscar en la selva.
El primer biólogo encuentra sus frutos y se dirige de nuevo a la aldea y al llegar dice: "He buscado y rebuscado en tu hermosa selva y he vuelto con 2 deliciosas y grandes naranjas para ti, oh poderoso cacique".
El jefe responde: "Excelente. Ahora, si quieres salvar tu vida, debes coger esas 2 deliciosas y grandes naranjas y metértelas hasta el fondo en el culo".
"¿Perdón?"
"Si puedes meter las dos naranjas hasta el fondo de tu trasero sin hacer ruido, tu vida se salvará" explica el jefe.
"Muy bien" dice el biólogo, mientras se agacha y empieza a lamer la primera naranja. Con mucha delicadeza y dolor, consigue meter una naranja sin hacer ruido, pero a mitad de la segunda no puede soportar más el dolor y grita de agonía. Inmediatamente, whoosh su cabeza es rebanada y su cuerpo es arrastrado.
Finalmente, el segundo biólogo regresa. Y dice: "He buscado y rebuscado en tu hermosa selva y he vuelto con 5 deliciosos y redondos arándanos para ti, oh poderoso cacique".
El jefe responde: "Muy bien. Ahora, si quieres salvar tu vida, debes coger esos 5 deliciosos y redondos arándanos y metértelos hasta el fondo en el culo. Si puedes meterlos todos sin hacer ruido, tu vida se salvará".
"Uhhh... si tú lo dices" responde el biólogo, mientras se tumba y separa las mejillas.
plop Un arándano dentro. plop Dos arándanos dentro. plop No hay problema. plop Cuatro dentro, falta uno.
Pero entonces, antes de que pueda meter el quinto arándano, el biólogo empieza a reírse histéricamente. Está rodando por el suelo, aullando incontroladamente cuando, de repente, whoosh, le cortan la cabeza.
Arriba, en el cielo, el primer biólogo está esperando y cuando el segundo biólogo aparece le dice "¡Eh! ¿Qué ha pasado ahí abajo? Estaba mirando y estabas muy cerca de terminar ese último arándano".
"Sí", responde el segundo biólogo, "pero he visto al tercero que venia con una piña".
Paige Phillips