The Diary Game 30/10/2024 Un día en casa disfrutando de pescado.
Hoy me desperté a las 6 de la mañana. Lo primero que hice fue agradecer a Dios por un nuevo día de vida y por la buena salud que me permite levantarme cada mañana. Luego, me dirigí al baño para darme una buena ducha, disfrutando del agua caliente que me relajaba. Después de eso, me cepillé los dientes para empezar el día con una sensación fresca y limpia. Una vez que terminé con mi higiene personal, me fui a la cocina. Allí, preparé mi olla de café y comencé a hacer mi desayuno, anticipando esos deliciosos aromas que llenan el ambiente y me preparan para el día que tengo por delante.
Mi mayor felicidad radica en observar cómo mi planta crece y florece. Cada día que pasa, me llena de alegría ver cómo sus hojas se desarrollan, su tallo se fortalece, y las flores comienzan a abrirse, mostrando su belleza. Este proceso natural me brinda una profunda satisfacción y me conecta con la esencia de la vida.
Al finalizar mi almuerzo, decidí salir y, al asomarme por la ventana, me encontré con la vista de un pequeño animalito que me pareció sumamente hermoso.
Llegó el momento del almuerzo, así que tomé la decisión de preparar unos pescados que mi hija me había traído el día anterior. Con cuidado, los coloqué en la mesa y me aseguré de tener todo lo necesario a la mano. Luego, salí al patio y encendí el fuego con leña, poniendo el sartén sobre las llamas para que se calentara adecuadamente. Mientras tanto, me dispuse a limpiar y sazonar los pescados para que quedaran deliciosos.
También quería complementar el platillo con una ensalada que incluyera repollo blanco y morado, junto con zanahorias y yuca.
Después de finalizar mi almuerzo, tomé la decisión de darme un baño. Después de relajarme un poco, me dirigí a mi habitación con la intención de descansar un rato. Sin embargo, caí en un profundo sueño. Al despertarme, me di cuenta de que eran las 3 de la tarde. Salí de mi habitación y me asomé por la ventana para disfrutar de la vista.
Así es, mis queridos amigos. Con una copa de vino en mano, la tarde ha llegado a su fin, marcando el momento perfecto para relajarnos y descansar. Quiero agradecerles de corazón por haberse tomado el tiempo de visitar mi diario. Que Dios los bendiga a todos. Un cordial saludo para cada uno de ustedes.
Todas las imágenes fueron tomadas por mi Infinity 11.