Historias reales #175: Dejar de ser una marioneta
Dejar de ser una marioneta
Se miró al espejo y sintió que ya no podía más. Desde niña le habían enseñado a obedecer, a estar tranquila, no reclamar, no crear disgusto. Aprendió a la fuerza, pero aprendió. Su espíritu rebelde fue maniatado por algunas normas sociales que aprendió con los años. Siéntate bien, no hables, no pidas, cada orden la internalizó y la puso en práctica.
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Primero fue la familia, luego vino su matrimonio. La sociedad ya tenía prevista todas las acciones que debía hacer. Pero ahí estaba ella, frente al espejo, preguntándose en qué se había convertido. La mujer que se reflejaba no era en nada parecido a lo que ella hubiese querido ser. Demasiado ama de casa, demasiado mamá, esposa, pero poco de ella: Su esencia había desaparecido.o0o
Así que se dijo basta. No más. De ahora en adelante sus sentimientos estarían por encima de los de otros, sus necesidades, sus sueños. Y con aquella decisión en el alma, sintió que rejuvenecía. Así que de forma figurativa, cortó los hilos que maniobraban los otros y quedó libre de ellos. Por primera vez sintió la emoción de algo nuevo, la aventura de la vida.
Primero fue la familia, luego vino su matrimonio. La sociedad ya tenía prevista todas las acciones que debía hacer. Pero ahí estaba ella, frente al espejo, preguntándose en qué se había convertido. La mujer que se reflejaba no era en nada parecido a lo que ella hubiese querido ser. Demasiado ama de casa, demasiado mamá, esposa, pero poco de ella: Su esencia había desaparecido.
Así que se dijo basta. No más. De ahora en adelante sus sentimientos estarían por encima de los de otros, sus necesidades, sus sueños. Y con aquella decisión en el alma, sintió que rejuvenecía. Así que de forma figurativa, cortó los hilos que maniobraban los otros y quedó libre de ellos. Por primera vez sintió la emoción de algo nuevo, la aventura de la vida.