Día 3 de junio

Hoy me tocó levantarme temprano, querido diario, porque tuve consulta médica en el hospital. Pero no te preocupes fue sólo una consulta pendiente. Un control de rutina.

Fue lindo salir de casa, movilizarme más allá del pueblo. Llegar a Reus y disfrutar nuevamente sus calles. Me gustan mucho las calles de esta ciudad. Todas tienen su propia personalidad, detalles que las hacen únicas.

Pude tomar fotografías, entre ellas el bello sauce llorón, en plena floración , en una plazoleta cercana al hospital. Hay varios ejemplares y su tronco añoso habla de bastante edad. Y sus cicatrices hablan de varias podas.
Su presencia da frescor al ambiente.

También disfruté muchísimo de las verberías, rojas, blancas y rosadas; que se alternan a lo largo de la autopista y en las zonas verdes. Son espectáculo visual. Alegran el ambiente.

Tomé varias fotos, la fuerte brisa hizo que algunas saliesen desenfocadas, pero este ramillete rosado está precioso.

Desayuné en la cafetería del hospital, mientras esperaba la hora de la consulta y la comida del mediodía ya la hicimos en casa, pues la dejamos preparada de ayer, por si acaso llegábamos tarde.

Un rico guiso de carne de pavo y unas aarepas precocidas, para sólo calentar al llegar. Las arepas nos gustan más recién hechas, pero le encontramos la vuelta, las retiramos del fuego antes de que estén listas. Cuando vamos a comer las ponemos a calentar y se atermina su cocción. Hay que ingeniárselas, para comer a gusto y a la vez no pasar trabajo en la cocina.

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