Acerca de mí

Pocas veces escribo cosas sobre mí para hacerlas públicas. Sin embargo, estoy a punto de hacerlo. Bien, mi nombre es Milgrey Alvis, tengo 20 años y soy de Venezuela. Desde que tengo uso de razón me ha gustado escribir. Recuerdo una vez que escribí un poema en 1er grado y mi madre, con lágrimas en los ojos, se lo mostró a mis abuelos y tíos. Recuerdo mis nervios mientras escuchaba en la voz de diferentes familiares cada una de las cortas líneas que había escrito en la escuela. Mis mejillas estaban ruborizadas pero desde allí supe que me gustaba escribir y que, al parecer, a las personas les agradaba como lo hacía.
Los años pasaron y a medida que leía diferentes libros - leer es otra de mis pasiones - desarrollaba un gusto exquisito, primero por las palabras y sus sonidos y luego por la mejor manera de arreglarlas sobre el papel de manera que lo que escribiera sonara bien. Cuando estaba en el liceo, la redacción me pareció un arte divino. Cada vez que escribía sentía que para mí las palabras eran como el pincel al pintor. Puedes experimentar y jugar con los diferentes matices que ellas te dan; las eliges, las cambias, las mueves, las pronuncias en voz alta...hasta que lo tienes: las palabras correctas, ordenadas de la mejor manera...si lo haces bien, simples palabras pueden convertirse en un puente, un puente entre tú y el lector. Con las palabras adecuadas puedes producir sentimientos, pensamientos, emociones, puedes inspirar o puedes derrumbar, puedes hacer que tu lector te ame o te odie…es sencillamente un poder misterioso pero divino el que tienen las palabras.
Y supongo que de mi amor y admiración hacia las palabras, se deriva también el hecho de que me gusten los idiomas. Hasta la fecha sé inglés y un poco de italiano. Todo lo que tiene que ver con comunicación, mensajes, lenguaje figurado o literal…todo lo que tiene que ver con la manera en que los seres humanos se comunican o expresan ha llamado siempre mi atención. La expresión del ser humano envuelve tantos campos que estos van desde el baile hasta la escritura pasando por la música, la pintura, el dibujo, la fotografía, la construcción, la cultura… en fin, el arte.
Lamentablemente nunca aprendí a tocar ningún instrumento musical, pero hace unos 5 años mi padre me regaló una cámara fotográfica. Ah! Ha sido uno de los mejores regalos que me han dado. Desde allí aprendí a cultivar el amor por los detalles, por la luz, la naturaleza, las texturas, los colores…sí, aunque nunca he tenido la oportunidad de realizar un curso de fotografía me considero una aficionada a este arte.
Bien, este ha sido un breve escrito de lo que me gusta hacer.