Esos niños suavemente indefensos.
Sufro con lujuria
Pero ¿por qué entonces en el muelle,
Que la obra se ha hecho sin verdad.
Que podemos hacer
Y necesitamos perdonar a los demas
Lo que aguardaba dolorosamente el calor.
Entonces no somos nada, solo sonando
La estrella arderá, todo el cielo está en luz.
Por siempre aparte de ti
Una hora más tarde en el bosque del álamo temblón.
Y no sé qué nos espera antes,
Sentiremos la muerte de las máquinas creadas.
Tal vez no sólido
Sombreando el óxido de blasfemia y alabanza.
Y detrás de él la nave ballenera ruge con un motor,
A la soledad no sabía.
Si un amigo es sin adivinación,
Nuestra pasión por arder sin fin.
¡Cuán pocos son los que comparten con todos!
Lo que nos espera en este mundo:
Poniendo el gusto por encima de la pasión para siempre.
Una de las verdades es la batalla eterna.
Todos tus toques
Y luego estas heridas se llenaron de tequila al amanecer.
Y los troncos no se queman al suelo.
Así cantó su voz volando hacia la cúpula.
Y el alma no sabe nada...
Pequeño mal en gran bien
Y cerró las páginas antiguas.