Hola, estimados amigos. Quiero compartir con ustedes los detalles de cómo estuvo mi día de hoy.

Ya habíamos planeado mi esposo y yo desde el día de ayer salir a dar un paseo en la tarde con mi mamá y nuestro hijo de 2 años, quien ama reunirse con su abuelita.

La salida sería algo relajado e improvisado, ya que no sabíamos muy bien para donde iríamos. Queríamos que mi mama tomase esa desición y nos dijera que quería hacer, luego en base a ello decidir.

Mi mamá es como una niña, se emociona mucho cuando sabe que va de salida, le encanta compartir, pasear, hablar, reirse, socializar, estar en lugares diferentes, etc.

Así que la poca planificación que hicimos fue salir después de la hora de almuerzo, ya que creemos que cuando salimos con hambre tomamos malas decisiones financieras, queremos comprar un montón de cosas para comer innecesarias. Siguiendo esta idea, desayunamos y almorzamos en casa, unas deliciosas panquecas con queso y pollo a la plancha, coliflor hervido y una ensalada, respectivamente. Con el estomago lleno estábamos listos para salir a pasear y disfrutar de un rico snack, el cual no sabíamos que sería.

Recogimos a mi mamá en su casa, también había almorzado. Ella actualmente tiene problemas en sus rodillas, lo que le impide caminar largas distancias o estar mucho tiempo de pie o sentada. Por lo cual, aprovechó la oportunidad para ir al único Mall que tenemos en la ciudad y comprar unas cositas de uso personal. Estuvimos al rededor de una hora en el supermercado del Mall, había una fila mediana, aprovechamos para comprar un jugo de 1.5 litros y unas galletas de chocolate que escogió mi hijo.

Al salir del Mall, mi mamá nos expresó que deseaba comerse un helado, entonces recordamos que tenemos una pareja de amigos que tienen una heladería y desde hace tiempo queríamos visitarlos, era la oportunidad perfecta.

Nuestros amigos son un gran ejemplo de perseverancia, ya que ellos iniciaron con un carrito de cepillados en la calle, actualmente poseen un local muy bonito y concurrido, donde ofrecen sus cepillados, helados, cheese cakes y una variedad de postres.

Una vez que llegamos ahí, nos instalamos en la mesa. Nos trajeron la carta de los postres, todos ordenamos barquillas y a mi niño en una tina con una cucharita, ya que imaginaba todos los posibles escenarios de como podía embarrar el helado de su barquilla por todos lados.

Fue una tarde amena, los helados estaban deliciosos y nos tomamos varias fotos en el local. Quisiera compartirlas todas, pero me reservo algunas, ya que mi hijo sale en varias de ellas y hemos convenido (mi esposo y yo) no exponer a nuestro hijo en RRSS. Sin embargo, me complace poder compartirles lo vivido en esta hermosa tarde.

Finalmente, nos despedimos de nuestros amigos y dejamos a mi mamá en su casa, sin antes dar varias vueltas por las calles del centro de la ciudad. Luego nos dirigimos a nuestro hogar un poco cansados (es agotador correr tras un niño de 2 años suelto en una heladería) y cuando nos echamos en la cama a tomar un descanso, se fue la luz y todos los dispositivos estaban descargados, por lo cual pasamos las siguientes 4 horas conversando de todo mientras preparábamos la cena.

Al llegar la luz, lo primero que hice fue ponerme a escribir este post para luego irnos a dormir con mi niño.

Muchas gracias, amigos por leer mi publicación. Espero que les inspire a tener más tiempo de familia, ya que nuestros seres amados son los que le dan color a la vida y no se necesita tener mucho para pasar un tiempo de calidad, así estemos sentados conversando bajo un árbol comiendo mangos, allí podemos ver la bendición de Dios y la bondad que ha tenido con nosotros al permitirnos vivir y compartir con los que amamos. Un abrazo para todos y bendiciones.