Desvaríos

Miras cada tapia blanca, esas que solías rayar con corazones cuando estabas enamorada, nada consuela la tristeza ¿Verdad?.
Que difícil resulta respirar cuando el corazón se agranda, y no por amor, sino por las amarguras que lo enlutan. Quiero ir al pasado, para tan solo cambiar un punto, un maldito punto nostálgico, que de seguro es lo que arruino el presente, el respiro y las sonrisas.

Cada uno tiene tanto en su cabeza, somos tan desiguales, y me pregunto, ¿que pensara la zarigüeya del árbol de aguacate?, y la hormiga, si la hormiga, que pensara de la hormiga que está a su lado con olor a estiércol de caballo, ¿será que le dice, ve a lavarte al río?

En un mundo tan complejo, donde el cielo cambia de azul a gris, es estrafalario pensar en todo, se te acaba la paciencia, surgen los buenos hombres con la sonrisita de cada día y las palabras para mantener la paciencia bien atrapada; solo olvido que esa se había marchado, la paciencia, junto con el avión de papel que puse a volar hace un siglo, cuando descubrí que había enjaulado un alma libre.

Me pongo a leer sobre Marcia y Amarilla, ¿así o más ridícula podre ser?, ¿será que en las letras de Chaparro, encontraré las respuestas?.
Sí, supongo que el trip trip del gato traduce corre hasta la casa de Batlló y robate un vidrio raro.

Lo único innegable, es que hace frío, sí, helada profunda que congeló la sombra completamente, es más, podría dejarla caer y se fraccionaría en tantos pedazos que resultaría imposible restaurarla, pero, ¿quién quiere una sombra despedazada?, si al salir el sol tienes millones de sombras frescas.

No me pidas que regale sonrisas, son ficticias, si quieres calidez acércate a la fogata de hojas cándidas, donde sentencie mi alma al olvido junto con la jaula de aquel pájaro que asfixie para que fuera libre.

Comeré, el estómago suena, es posible que el mesero me está envenenando, él siempre me mira rayado, y yo soy de círculos y cuadrados.

Créditos texto y fotografía: Margarita Palomino.