Creando historias semana 28 - Ezra

in WORLD OF XPILAR3 years ago

Ezra


Cae el sol en el prado, bañando con su luz las flores y los árboles. Los caminantes se detienen a observar, por un segundo se olvidan de lo que buscan y contemplan el bello espectáculo que el atardecer crea para ellos. El trinar de las aves es suave, y los invita a quedarse, recorrer estas tierras por siempre...

—¡Despierten! —grita el jefe del escuadrón. El grito los saca de sus pensamientos, aún aletargados de forma misteriosa—. No se descuiden, este lugar es hermoso, pero también nuestro peor enemigo. Mientras estemos aquí, solo resulta una amenaza, lo que acaba de pasar lo demuestra así. ¡Andando!

Las hadas los observan desde los árboles, escondidas entre las hojas y las cortezas. Los animales también notan la presencia ajena, algunos quedan inmóviles, mientras que otros huyen, nada quieren tener que ver con el mundo de los humanos, la experiencia los ha enseñado a ser precavidos.

El sol que los recibió se ha ido, dándole paso a las sombras y la oscuridad que empieza a intensificarse. Las luces mágicas alumbran el bosque, creando un resplandor potente y espectral. Nadie quiere admitirlo, pero la búsqueda va por buen camino. Un hombre cae tendido en el suelo, exhausto. Paran, es la hora de descansar y recobrar fuerzas.

Hacen un pequeño fuego en el centro de un claro, a riesgo de atraer a las criaturas. Lo usan para calentarse, y para cocinar la comida que han traído. Beben y engullen los alimentos, los ánimos caídos empiezan a subir a medida que las voces empiezan a escucharse, siguiendo conversaciones triviales.

Un solo hombre permanece lejano, absorto en sus pensamientos, dibujando con una vara en la tierra. Sabe que todos empiezan a desconfiar de Clara, pero él sigue creyendo en ella. No solo es una mujer inteligente y con dotes especiales para la medicina, sino la que le había devuelto la esperanza, la necesidad de creer.

Se pregunta qué puede hacer, aunque Clara le indicó lo que pudo acerca de la planta que buscaban, no los había preparado para una tarea tan difícil. Dibuja en la tierra una flor, y la observa por minutos, que se estiran hasta hacerse largos, eternos. El capitán abre los ojos con desconcierto, y se levanta de golpe. Atrae la mirada de sus compañeros, y alguno que otro se levanta también, a la espera de una orden.

—Creo entender... —dice el capitán para sí mismo y corre hasta perderse tras unos árboles. Sigue el resplandor de la luna, hasta dar con un lugar de energía diferente. Siente los pasos detrás, pero no se detiene a mirar a los suyos. Ni siquiera sabe si funcionará lo que hará, por lo que no sabe con qué cara mirarlos de no ser así.

Saca un artefacto de la mochila, que le indica hacia donde apunta un rayo de luna. Dirige la mirada hasta el lugar señalado y se encuentra con la flor que han venido a buscar.

La emoción que siente es arrolladora, pero cuando intenta dar un paso hacia adelante, saltan las criaturas mágicas del bosque y le cierran el camino. Los miran con desconfianza, y aunque no tienen armas, sus rostros son amenazantes.

—Apártense, esta es una misión importante —dice un oficial.

—No tocaran esta flor —responde una mujer de cabellos turquesa, con seguridad en la mirada.

—¿Quien lo va a impedir? —dice una oficial, llevando la mano a su arma.

—Calma —ordena el jefe del escuadrón, y los oficiales se aquietan de momento. Luego se dirige a los que pueblan los bosques—: ¿Qué sucede? Hemos recorrido un largo camino para encontrar esta flor, ahora que la hemos encontrado estamos emocionados, comprenderán cómo se siente eso.

—No nos interesa lo que tengan que decirnos, esta flor se queda aquí. Es la reina de este territorio, la que le da vida a los bosques y los prados, la que otorga la energía a otros seres... Nuestro motor. No tenemos armas, hemos vivido en paz durante mucho tiempo, pero si tenemos que pelear para protegerla lo haremos, así sea con dientes y uñas. Comprenderán cómo se siente eso, el proteger algo importante que quieren arrebatarte.

Se escucha el ruido de una espada desenfundada, pero el capitán vuelve a gritar, enfadado.

—Guarda el arma, Claus. Aquí nadie va a pelear con nadie, no habrá sangre derramada. Te equivocas, mujer. No hemos venido a arrebatarles nada. No quiero arrancar esa flor.

—¿Ah, no? ¿Entonces a qué han venido?

—Queremos la ayuda de esa flor, y como sabes, no no las dará a la fuerza. Necesitamos de su poder para sanar a nuestros heridos, la enfermedad que está en el pueblo es mortal y cada vez se lleva a más de los nuestros. Esa flor es nuestra única esperanza, y no pensamos arruinarlo raptandola. Resultaría inútil, lo sabes.

La mujer sopesa sus palabras, mirándolo a los ojos. Alguien le susurra algo al oído, pero no quiere escuchar. Sigue mirando al jefe de los oficiales, y decide que no miente. Ella misma ha escuchado los rumores, y ese hombre parece saber bien acerca de Ezra, la flor mágica que impulsa su mundo.

Se aparta del camino, sin decir una palabra, y al hacerlo los suyos lo hacen, aunque no estén de acuerdo. El jefe se acerca, la mira con agradecimiento y la deja atrás, silenciosa y pensativa, preguntándose si está haciendo lo correcto. Nunca le ha dicho que no a su intuición.

El hombre se arrodilla ante Ezra, y mira hacia atrás, dónde se han quedado los demás, dándole privacidad. Exhala, y se frota las manos por los nervios.

—Ahora que estoy aquí no sé qué hacer —susurra—, pero lo sabré. O eso dijo Clara, espero que no se haya equivocado.

Mientras habla, desliza sus manos hasta su cuello, dónde se quita el collar que le ha dado Clara hace unos días, antes de iniciar la búsqueda. Abre el collar, que contiene dos partes hondas. En la superficie dorada se encuentra un texto pequeño:

Ezra ayuda a las personas de corazón puro, por ello la importancia de que te encargaras de esta misión. No tengo dudas de que lograrás pasar la prueba, Jey.

El collar se le cae de las manos, el pánico lo inunda. Su mente no tarda en decirle que si esa es la condición para que Ezra lo ayude, fracasó. El viaje había sido en vano...

En ese instante Ezra se mueve, desperezándose. Emana una luz rojiza de sus pétalos, y las ramas brotan de la tierra, desde donde se encuentra, hasta Jacob. La madera se enrolla en el recipiente del collar, como una cuerda delicada y obscura. Encaja perfecto en el pequeño espacio del objeto, y se corta sola, para volver a enterrarse en la tierra.

—Algo me decía que podía confiar en ti —comentó la líder de la gente del bosque, arrodillándose a su lado, pero mirando al frente—. Ezra me lo ha confirmado.

Jacob también mira al frente, a la flor que emana respeto y sabiduría. Se queda en silencio, queriendo transmitir respeto hacia ella. Sobre todo, el profundo agradecimiento que siente.

—Gracias —susurra, aún de rodillas.


Esta es mi participación en el concurso de @adeljose, espero les haya gustado esta historia de fantasía. La fotografía es de mi autoría, editada con la app Snapseed. ¡Hasta otra publicación!

Sort:  
 3 years ago 

Saludos amiga @mariart1

Interesante historia sobre una gran expedición realizada para encontrar una flor mágica que trae vida al mundo, y que se encuentra resguardada en un bosque custodiado por criaturas mágicas.

Gracias por su entrada al concurso.

Participante #22

Saludos :) gracias

Coin Marketplace

STEEM 0.19
TRX 0.15
JST 0.029
BTC 62956.16
ETH 2588.54
USDT 1.00
SBD 2.74