Tenía varias semanas que no preparaba panquecas para el desayuno y eso es porque no he tenido oportunidad de comprar leche. Sin embargo, hoy me levanté con ganas de preparar un desayuno rico para Sebastián y para mi.

Cuando Sebas se despertó me dijo -Huele rico, ¿Estas haciendo panquecas?

Y yo le asentí con una sonrisa, la cual el me devolvió con alegría.

Desayunamos y pasé un rato trabajando en la computadora. Mientras Sebas salía la patio a tomar un poco de sol y jugar con las perritas.

Después del medio día salimos de casa y el primer lugar que visitamos fue la casa de mi mamá.

_{Observando el cielo y la imponente montaña que custodia mi pueblo, considerando la posibilidad de hacer una excursión y explorar nuevas rutas.}

Allí vi que mi hermano ya estaba preparando la olla de caraotas, me dijo que compró aliños y huesos ahumados con mi tarjeta de débito y que ya casi estaban listas.

Le pedí mi tarjeta de inmediato, porque siempre la olvido y luego no se donde podría estar.

_{Planta del jardín de mi mamá, me gustó ver las lineas que se forman justo desde el centro y en todas direcciones, manteniendo un armonioso equilibrio.}

Estuvimos conversando mientras la leña hacia su trabajo, cuando las caraotas estuvieron listas, se me hizo la hora de llevar a Sebas a la clase con mi tía.

Le dije a mi hermano que regresaría para que envasaramos los granos y los dividieramos. Y le pedí que consiguiera tazas porque yo no tenía en mi casa.

_{Olla que usó mi hermano para preparar las caraotas a la leña.}

Me fui a la casa de mi tía y dejé a Sebastián. Hoy Samantha no quiso ir a clases, pero José Antonio otro primo de los niños, si logró llegar y compartieron la clase.

Me fui tranquila sabiendo que podría llegar un poco más tarde, pues a los niños les gusta jugar un ratito después de que hacen sus tareas.

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En la casa de mi mamá, mi hermano y yo dividimos las caraotas en varias tazas. La mitad para él y la mitad para mi.

Pero yo no me comería todo eso, así que empecé a repartir mi parte de la siguiente manera.

Me correspondían 6 tazas de 500mg: 1 para mi mamá, 1 para mi hermana, 1 para mi abuela, 1 para mi tía y 2 para mi.

Metí las tazas en la maleta de la moto e hice el tour para repartirlas.

_{José Antonio y Sebastián recibiendo sus clases en la casa de mi tía.}

La de mi mamá simplemente se la deje en casa, luego visité a mi hermana y le dí su taza, estaba contenta ya que no había preparado aun la cena, así que la complementaría.

Luego pasé por donde mi abuela y le llevé su taza, me encanta la sonrisa que pone cuando me ve llegar y le brillan los ojos si llego con algún regalo.

Me quedé conversando con ella un rato mientras se me hacía la hora de buscar a Sebas. Llego mi tío José y me preguntó si los granos eran para él. Yo solo sonreí y le respondí que le dueña era mi abuela y ella decidía quienes comerían. Pero estoy más que segura de que él los probará.

Finalmente busqué a Sebas y le entregué la taza a mi tía, ella me dijo que no era necesario que le pagara por las clases de Sebas.

Así que le conté que había repartido entre varias personas y que no era un pago, entonces las recibió con más tranquilidad.

Luego de despedirme de mi tía y de José Antonio. Sebas y yo regresamos a la casa, cenamos y nos acostamos a dormir.

Fotos tomadas con un Teléfono Lenovo K8Plus
Editadas con el editor predeterminado del teléfono.

Es todo por ahora, muchas gracias por leer y acompañarme en mi día a día.

Soy @Mariana4ve

Entusiasta de la Fotografía y la Escritura.

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