¡Muy buenas tengan todos! Espero de corazón que estén muy bien, que la salud y la armonía los esté acompañando y la prosperidad brille junto a ustedes.

Hoy me trae por acá el nuevo tema de esta semana en De lunes a lunes y es que esta vez @charjaim nos invita a reflexionar acerca de las veces que hemos pensado o dicho "De esta agua no beberé" y al tiempo cómo mosquitos sedientos volvemos a beber ja,ja,ja,ja.

Si te animas a participar, entra en este link y sigue las indicaciones.

No lo hago más, ¡lo prometo!

Ayyy, no se imaginan las veces que he dicho, llorando, riendo, gimiendo, suplicando, y hasta cantando "No lo hago más".

Si hay algo en este mundo que me tienta al punto de dominar mis pensamientos y hacerme cambiar de opinión en un instante, esa es la comida... Oh Dios mío bendito, comer es el placer que más que necesidad básica se convirtió en adicción. Una adicción de la que con mucha fuerza de voluntad y empeño logré librarme, porque sino corría el riezgo de morir. Así de crudo como suena.

Para poder tener a mis hijos debí aprender a comer balanceado y sano, y luego de tenerlos tuve que aprender a mantenerme en este estado en el que la comida no significara nada tentador para mí.

Mi peso actual no se compara ni un poquito al que tenía hace unos 10 años cuando parecía la hermana gemela del Sargento García ja,ja,ja. Bajé mucho de peso desde que tuve a mi hija mayor, en cada embarazo al contrario de engordar un kilo mensual lo bajaba. Y después de muchos años sin comer tantas locuras y divorciarme de los refrescos he llegado a pesar 75 kilos más o menos, de 105 kilos que pesaba.

Pero...

Pe, pe, pe, pero... No me muestren una cachapa con cochino frito, una carne gordita recién sacada de la parrilla, unos chicharrones doraditos y crujientes, un plato de arroz, ensalada de papas con mayonesa y rica carne mechada, o una torta de chocolate full arequipe de las que hace mi cuñada @ydelitza, un pasticho recién horneado, tocinetas o chuleta de cerdo o simplemente las deliciosas papitas fritas que ofrecemos en nuestro restaurant de comida rápida.

Ahí me pierdo y como con tal pasión que se me olvida todo lo que he prometido. Horas después con el estómago adolorido digo "No lo hago más" y promesas van y promesas vienen...

Gracias a Dios que esas comidas que me tientan no están rondando mi cocina todos los días, por eso cuando aparecen se me hace tan incontrolable ignorarlas, quizás si me tocara cocinarlas todos los días ya las habría aburrido y me parecerían un plato cualquiera...

Con lo que si he sido súper fuerte y por razones de negocios y económicas, es con las hamburguesas tan ricas que preparamos, esas si son la tentación de la tentación, pero cómo sé que son para la venta y que no me conviene comerme la mercancía, me controlo.

Adoro los vegetales, de todo tipo y en sus diferentes preparaciones, si hubiera nacido iguana no habría tenido ningún problema en disfrutar los manjares de la naturaleza verde. Eso es bueno porque después de aprender a comer sano, los vegetales siempre han sido una gran opción, sin embargo nunca uno se olvida de la carnita ja,ja,ja.

Hace pocos días preparamos en casa cochino guisado, y unos trozos de cerdo adornados de grasa me parecieron tan bonitos y tan ricos que fueron a parar a mi plato y poco después a mi boca. Tarde en la noche mientras todos dormían estaba yo caminando de un lado a otro jurando y perjurando que no lo haría de nuevo. Era tal el malestar que ya han pasado más de nueve días y todavía digo que no comeré cochino por un buen tiempo.... Veamos cuánto me dura la determinación...

Y así culmina mi participación en esta reflexiva dinámica. Qué viva la comida, qué viva la buena cocina, el buen comer, y todo lo bonito que la gastronomía tiene, y que viva también el equilibrio, el buen balance y la fuerza de voluntad ja,ja,ja. Les abrazo a todos y les deseo mucha dicha.

Invito a participar a @brigidaguerra, @ydelitza y @nakary.

Todas las imágenes me pertenecen, la del vaso no es más que jugo de caña, no se asusten.

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