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¡El Reencuentro!

Julia y José se conocieron en una fiesta, ambos muy jóvenes, hicieron conexión casi inmediatamente. Julia un poco introvertida, pero con un mar de sueños, esperanzas e ilusiones, gusta de la buena comida y de las actividades al aire libre; por su parte José, un joven amante de los deportes y de la música. Aparentemente nada en común. Al terminar la secundaria, ambos tomaron rumbos distintos, fueron a diferentes universidades, hicieron sus carreras, por lo que perdieron el contacto entre ellos.

Años más tarde, en un partido de futbol infantil, los chicos estaban jugando una final, cada equipo estaba dando todo en la cancha, en una jugada, uno de ellos comete una falta pero el árbitro no la canta y el partido termina empatado, los padres de los jóvenes van hasta la cancha a buscar a sus hijos, cuando uno de ellos le da la mano a otro del equipo contrario y le dice que jugó muy bien y el chico le respondió que él también había jugado muy bien, y le dice papá, él es el chico del otro equipo del que te he hablado y ella es su mamá, cuando se saludan...

José al mirar a la madre del niño dice: ¡No puede ser, pero si es Julia, como es posible que después de tantos años ahora te vuelva a ver!

Y Julia, con una cara de asombro pero con mucha emoción, se acerca y le da un abrazo diciendo: Pero José tu no cambias, te ves igual que hace más de diez años.

Y los niños casi que a coro dicen: ¿cómo? ¿ustedes se conocen?

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Y José tomando la palabra le respondió diciendo: tu madre y yo estudiamos juntos y solíamos salir siempre como buenos amigos, pero un día nos tocó mudarnos de ciudad por la universidad y perdimos el contacto, hasta este momento.

Uno de los chicos le dijo a Julia: ¿Mamá podrías invitar al Señor José para que cene con nosotros mañana sábado? Y Julia le contestó: Por supuesto hijo pero a ver que dice José, si acepta la invitación.

José, con mucho entusiasmo le dijo: Me gustaría mucho y el sábado por la noche me parece excelente, allí estaremos. ¿Dónde vives? Ella respondió, en la Urbanización La Virginia.

Y Él respondió sorprendido: No puede ser pero si allí vivimos nosotros en la vereda dos.

Julia añadió, nosotros vivimos en la vereda seis pero tenemos poco tiempo allí porque tras la muerte de mi esposo, nos tocó regresarnos a esta ciudad porque no podíamos seguir pagando el alquiler del apartamento en la capital.

José le dijo: Lamento que hayas perdido a tu esposo, debió ser muy difícil para ti.

Ella, le explicó: realmente no es así, en Caracas yo vivía alquilada y trabajaba en la aduana del aeropuerto, pero hace tres meses me quedé sin empleo. Con la muerte de mi ex esposo, heredamos la casa de la urbanización La Virginia en Maracaibo y por eso nos mudamos para acá.

Luego de un rato de conversación se despidieron y quedaron en verse el sábado en la cena y llegada la hora de la cita, Julia esperaba con ansia a su querido invitado, pero este no llegó a presentarse.

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Ella quiso llamarlo pero se recordó que nunca le pidió su número y como estaba intrigada por su ausencia decidió dirigirse a la casa de José y cuando llegó a la dirección que él le había indicado, se llevó tremenda sorpresa; desde la ventana alcanzó a ver a su ex esposo supuestamente muerto en un incendió, y ahora con un arma apuntándole a José mientras le decía: Te voy a matar por estar intentando seducir a mi esposa.

En ese momento entra Julia, y le grita: ¿Mario, qué estás haciendo, y cómo es que no estás muertos?.

Él al verse descubierto le dice: Tuve que fingir mi muerte, porque una mafia con la que hice negocios me persigue y era la única manera de que me dejaran en paz. Pero ayer te seguí al partido de futbol de mi hijo y presencié tu conversación con este idiota y vine hoy a matarlo.

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En eso José aprovecha que se ha distraído e intenta quitarle el arma y sin querer el armamento se acciona dejando salir un proyectil que deja sin vida a Mario.

Minutos después llega la policía y ambos explican lo sucedido y al ver el cuerpo del difunto el agente dice: pero si este hombre supuestamente estaba muerto, y estaba solicitado por sus múltiples estafas.

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Luego de este suceso José y Julia empezaron a salir durante un tiempo y terminaron juntos porque el destino así lo tenía escrito y José luego le explicó a Julia que su hijo era realmente un sobrino que había quedado huérfano y él había decidido adoptar. Con el tiempo sus dos hijos se llegaron a querer como hermanos.

Invito a mis amigos @ysabelgeorgina, @miguel16 y @milagro74 para que unan al concurso.