El cáncer es una enfermedad que no sólo ataca el cuerpo de la persona que lo padece, también consume a las personas que están alrededor. Estuve llorando casi desde el principio de la película porque se lo que es acompañar desde el primer momento a una persona con cáncer y que aunque no era mi familia sanguínea, lo padecí tanto como su esposo, su hijo y el resto de mis amigos que como yo éramos hijos suyos. La película que les traigo hoy tiene un título que puede parecer romántico pero no lo es, y aunque trata de amor es otro amor, ese amor fraternal que sentimos por esas personas que nos rodean.

Milly y Jess son unas inseparables amigas que se conocen desde su niñez, compartían casi todo, confidentes totales, es decir las mejores amigas del mundo. Su mundo cambia completamente el día que Milly (Toni Collette) se entera que tiene un tumor maligno en uno de sus senos todo empieza a cambiar; sobre todo porque interfiere con la lucha de Jess (Drew Barrymore) de quedar embarazada. Sus vidas y su amistad empiezan a cambiar desde esos momentos donde no sabes si es adecuado seguir con tu vida y hacer crecer tu familia o ayudar a tu mejor amiga a vencer el cáncer.

Aunque las lágrimas estuvieron bastante presentes mientras yo veía la película, también tuvo unas dosis acertadas de comedia en los puntos precisos porque no siempre hay dolor e esta etapa de esta enfermedad, siempre se recuerdan esos momentos en que algo cómico pasaba en medio de tanto dolor. Todo este balance en la historia fue escrito por Morwenna Banks y dirigido por Catherine Hardwicke (Crepúsculo). El elenco encabezado por las veteranas Toni Collette (Little Miss Sunshine, Sexto sentido) y Drew Barrymore (50 priemras citas, E.T. El extraterrestre)le terminó de dar ese gusto tragicómico a toda le película, con muchas estrellas pensadas en ocupar este par de personajes terminando escogiendo perfectamente a este par.

TRAILER